LA MUJER COMO GESTORA DE SU AUTONOMIA ECONOMICA ENTORNO LOCAL NACIONAL E INTERNACIONAL
Enviado por 49719101 • 12 de Febrero de 2014 • 2.088 Palabras (9 Páginas) • 431 Visitas
LA EVOLUCIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO Y EL PARADIGMA DE DESARROLLO HUMANO
En las décadas de los cincuenta y sesenta, las políticas de desarrollo gravitaban sobre el objetivo del crecimiento económico, a través del ahorro y la acumulación de capital. A las mujeres se las percibía como beneficiarias pasivas del desarrollo y el objetivo era mejorar su bienestar y el de sus familias convirtiéndolas en mejores madres.
En los años setenta, se comenzó a cuestionar el modelo de desarrollo por sus limitados resultados en términos de bienestar, y se respaldó por permitir mayor atención a las necesidades básicas de la población más vulnerable.
Este cuestionamiento del paradigma de desarrollo dominante dio lugar a diversas propuestas doctrinales, cuyo fundamento común era reclamar una mayor incorporación de las mujeres al proceso de desarrollo conocido como MED (Mujeres en el Desarrollo), considera que el principal problema es la exclusión de las mujeres del proceso de desarrollo, debido a que se están desperdiciando la mitad de los recursos humanos productivos.
La estrategia propuesta es, integrar a las mujeres en los procesos vigentes de desarrollo, aunque sin cuestionar la esencia de los mismos. Se desarrollan así acciones destinadas a mejorar la productividad y la generación de ingresos de las mujeres (vistas de manera aislada), pero desde su rol tradicional, en ámbitos como la salud, la alimentación, y el cuidado de la familia. Como consecuencia de lo anterior, se aumentó la carga de trabajo de las mujeres. El gran aporte del enfoque MED ha sido situar el tema de las mujeres en las agendas de desarrollo. Sin embargo, su gran carencia ha sido la poca importancia otorgada a los aspectos culturales, históricos, psicológicos de las relaciones entre hombres y mujeres. Hay una incorporación de las mujeres en las estrategias de desarrollo, pero sin una transformación en las relaciones de poder con los hombres.
A finales de la ochenta se hace cada vez más evidente que la estrategia MED, basada en incorporar componentes específicos “de mujer” en los proyectos de desarrollo, era insuficiente para terminar con la desigualdad de las mujeres respecto a los hombres.
En este tiempo se venía gestando todo un cambio conceptual dado por la adopción del término género, que ya para la década de los setenta empezaba a difundirse de manera más amplia. Este concepto viene a nombrar una construcción social existente en la que se reconoce que la diferencia hombre/ mujer no sólo es biológica sino que tiene que ver también con un conjunto de características culturales, sociales, económicas, simbólicas, de normas y valores que atribuyen las sociedades a las mujeres y a los hombres.
A partir de este cambio conceptual nace el enfoque GED (Género en el Desarrollo), que plantea que el problema, más que la exclusión de las mujeres - como lo plantea el enfoque MED- son las relaciones desiguales de poder y las estructuras que producen esa desigualdad, y que impiden un desarrollo en condiciones de equidad. El énfasis se pone en las relaciones de poder entre hombres y mujeres y en la transformación, no solo de las condiciones de vida de las mujeres, sino también de su posición en la sociedad.
De acuerdo con este contexto, la publicación por el PNUD de su primer Informe de Desarrollo Humano, en 1990, plantea como objetivo central del desarrollo la ampliación de las oportunidades de las personas para elegir las mejores opciones dentro de varias alternativas. Ello implica asumir, entre otras cosas, que el centro de todos los esfuerzos del desarrollo deben ser siempre las personas (sus necesidades, sus aspiraciones, sus opciones) y que éstas deben ser consideradas no solo como beneficiarias sino como verdaderas protagonistas.
En 1995, PNUD dio un paso definitivo al señalar en el Informe sobre Desarrollo Humano, titulado Género y Desarrollo Humano, que “sólo es posible hablar de verdadero desarrollo cuando todos los seres humanos, mujeres y hombres, tienen la posibilidad de disfrutar de los mismos derechos y opciones”. En este Informe se introducen dos nuevos índices: el Índice de Desarrollo relativo
En el contexto de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, el PNUD adopta el enfoque GED, y asume la necesidad de definir, con la activa participación de las mujeres, un nuevo modelo de desarrollo que subvierta las actuales relaciones de poder basadas en la subordinación de las mujeres. Para lograr este objetivo adopta dos estrategias básicas: el empoderamiento de las mujeres y la transversalización de género.
MARCO POLÍTICO Y NORMATIVO EN TORNO A LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Principales compromisos internacionales:
La Estrategia de Género del PNUD Colombia se basa en los principios establecidos en los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos y no-discriminación contra las mujeres, aprobados y ratificados por el estado colombiano.
El punto de partida es la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948, cuyo artículo 2 establece que toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamadas en la Declaración, sin distinción de raza, color, sexo, idioma o religión.
A partir de ahí se han desarrollados se ha desarrollado un importante cuerpo de instrumentos jurídicos sobre Derechos Humanos de las mujeres, que han sido aprobados por los Estados miembros en Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos y que son obligatorios para los Estados que los han suscrito y ratificado. Cabe destacar los siguientes:
1966 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
1966 Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
1979 Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW). Entre otras.
Instrumentos internacionales de política sobre género y derechos de las mujeres
En la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas celebrada en 2000, 189 jefes de Estado acordaron ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que incluyen metas e indicadores para lograr el desarrollo y la erradicación de la pobreza para el 2015. El tercero de estos objetivos, “Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer” apunta específicamente a la equidad de género.
El Gobierno colombiano se ha propuesto 4 metas dirigidas al logro del Objetivo 3:
♦ Desarrollar con una periodicidad de al menos cinco años, la medición de la magnitud y características de la violencia de pareja en el país y definir las metas anuales de reducción
♦ Implementar y mantener operando una estrategia intersectorial
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