LA ORIENTACIÓN
Enviado por • 7 de Noviembre de 2013 • 724 Palabras (3 Páginas) • 188 Visitas
Generalmente, cuando se hace una observación se dan una serie de referencias de forma completamente inconsciente, es decir, sin la explicita voluntad de hacerlo.
Cuando, por ejemplo comentas que una determinada cosa está situada a la derecha del campanario o alineada desde nuestro observatorio, con una montaña determinada, estás indicando, de manera un tanto aproximada y precaria, elementos de referencia que hacen que todos podamos repetir la observación que has hecho.
Las observaciones para que puedan merecer el calificativo de -científicas-, deben ser repetibles, y que, por tanto, cualquier persona que tenga tu nivel de conocimientos debe ser capaz de reproducirlas.
La orientación de una observación, de un grupo de ellas o de la totalidad de un mapa es algo absolutamente necesaria e imprescindible, si se quiere trabajar con rigor científico, precisión y exactitud.
Esa orientación se hace de acuerdo con unos elementos de referencia que se expresan en forma de direcciones respecto a las cuales se sitúa el observador. Una de esas direcciones se toma cómo básica y su localización constituye lo que llamamos orientación.
La orientación consiste en conocer tres elementos:
• Saber dónde estamos.
• Saber adónde vamos.
• Elegir el mejor camino entre ambos puntos.
Eso es todo. Por supuesto, cuando desconocemos el lugar donde estamos, es difícil reducirse a estos tres puntos. El mundo se muestra mucho más amplio de lo que era en nuestra mente. Así que el principal problema consiste en unir esos dos puntos y ya. ¿Cómo hacerlo si no conozco el sitio?
Primero que nada, hay que identificar el lugar en el que estamos. Esto es muy sencillo pues usamos puntos de referencia. En la vida cotidiana, estos “puntos” son tan comunes que ni nos damos cuenta de que existen: las calles por las que diariamente transitamos, los edificios, un muro, un letrero o una tienda comercial. Como en la montaña no existe esto, habrá que buscar otros: una monte, una roca, un árbol o un río. Estos puntos son los más buscados pues no se mueven y dan así una sensación de seguridad tan parecida a lo que estamos acostumbrados. Para esto, es mejor que el punto elegido no se mueva, que sea visible y fácilmente identificable desde lejos. De otra forma, es fácil confundirse.
Sin embargo, los puntos de referencia también pueden moverse e incluso no verse claramente: el sol, la luna y las estrellas se mueven, el viento y las mareas pueden cambiar de dirección. Incluso el norte magnético es invisible y sólo por medio de la brújula sabemos hacia dónde está ubicado. Hay gente que incluso se orienta en base al vuelo de las aves: han aprendido a usar un punto de referencia que poca gente conoce. Los caucheros de la península de Yucatán podían orientarse en la selva a puro “rumbo”, con sólo ver desde la copa de un árbol alto, bajaban y caminaban por días hasta
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