LA PELOTA SI SE MANCHA

LA PELOTA SI SE MANCHA

El fútbol es apenas uno de los tantos escenarios que se perciben como inseguros y violentos en la sociedad argentina. Desde hace más de treinta años la opinión pública lo ha definido como un problema social de gran relevancia, y un grupo específico de actores, categorizados como barras bravas, ha sido identificado como los casi exclusivos culpables de “arruinar la fiesta de todos” que, se asume, es el fútbol. De ese modo, las agencias del Estado que ejercen formalmente el control social propician procesos de criminalización que reducen la complejidad de un fenómeno que no admite definiciones y explicaciones sencillas. En ese marco, las fuerzas policiales desarrollan un “poder punitivo paralelo”, constituyéndose en agentes clave en la generación de hechos violentos en las canchas del fútbol. Lejos de cumplir con la declarada función de garantizar la seguridad, la policía participa directamente en la conformación de un clima violento en el cual es definida por los hinchas como el enemigo a combatir.  

Nuestra investigación es fundamental para que se tome consciencia del aumento de violencia que se esta ocasionando en los escenarios futbolísticos, orientando nuestro proyecto hacia los barras bravas de los clubes argentinos.

Este tipo de violencia incluye enfrentamientos desencadenantes de las barras dentro y fuera de los estadios, ineficacia policial, y lo que es peor, la muerte de personas.

Las barras bravas son considerados actores sociales dentro del ámbito futbolístico. Son violentos, impunes, estafadores. Son mercaderes del aliento, ya que ganan dinero por alentar a sus equipos, dinero que en muchos casos proviene de la dirigencia, jugadores y hasta presidentes de dichos clubes. No hay un solo barra brava que sea capaz de decir la alineación correcta de su equipo. Ahí nos damos cuenta que por su sangre no corre futbol sino que hay otros motivos. Ser barra brava es un medio de vida. Los mismos hinchas que no pertenecen a esta organización de barras bravas han reconocido que son un mal necesario dentro de un club, ya que cuando su equipo juega de visitante "la barra protege". Muchos ejemplos demuestran que la barra es la que manda en los clubes, manejan el estacionamiento, las cantinas, trapitos y hasta tienen el privilegio de decir quien juega y quien no, a través intimidaciones, amenazas, insultos y golpes a sus propios jugadores.

Las preguntas que surgen para describir este hecho son: ¿será la pasión por el fútbol?, ¿será que falta educar a los causantes?, ¿será que este problema se naturalizó?, ¿las personas se portan más violenta en grupo?, ¿será el consumo de alcohol o drogas dentro y fuera de los estadios?

Para responder a estas preguntas es necesario conocer cómo se construye el hincha argentino, el cual tiene una historicidad que esta ligada al honor, a la defensa del barrio y, el juego de lo que era la caballerosidad se transformo en un juego de varones relacionado con la masculinidad. Esto se enmarca en los ideales del aguante, atributo del que todas las hinchadas y todos los hinchas se sienten dueños, ya que un hincha sin aguante no es un hincha.  

La investigación es viable, se puede realizar ya que contamos con la colaboración de presidentes, jugadores e hinchas de clubes regionales, tales como Club Cipolletti, Argentinos del Norte (General Roca) y San Martín (Cipolletti).

Nuestro objetivo es describir cuales son los factores que estimulan la violencia en las canchas de futbol. Es un objetivo básico ya que la investigación se orienta a conocer un tema.

La investigación será de tipo descriptiva, ya que analizaremos cómo es y cómo se manifiesta éste fenómeno y sus componentes.

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