LAS PRÁCTICAS DE LECTURA Y ESCRITURA COMO EJES DE LA FORMACIÓN DOCENTE Y SUS IMPLICANCIAS DIDÁCTICAS
Enviado por 93ju • 16 de Septiembre de 2013 • 3.403 Palabras (14 Páginas) • 573 Visitas
LAS PRÁCTICAS DE LECTURA Y ESCRITURA COMO EJES DE LA
FORMACIÓN DOCENTE Y SUS IMPLICANCIAS DIDÁCTICAS
Prof. María Carrió, Lic. Marta Ochonga y Prof. Alejandra Codesal
Instituto de Formación Docente Continua de Villa Regina (Río Negro)
Dirección electrónica: mariacarrio@yahoo.com
alejandracodesal@yahoo.com
Existe la creencia generalizada en la sociedad de que el maestro es la persona más
idónea para enseñar a leer y a escribir. Sin embargo no está generalizada en los IFD la
convicción de que las prácticas lectoras y escritoras de los alumnos deben vertebrar el
curriculum de la formación. En muchos casos los contenidos a abordar se centran en el
análisis de distintas posturas didácticas, pero no se asume la formación del docente como
lector y escritor.
En nuestro caso como equipo de cátedra, formado por dos profesoras de la
orientación Lengua y dos de la orientación Literatura, decidimos centrar la formación de
los futuros docentes en las prácticas lectoras y escritoras. Estas prácticas serán a su vez el
objeto de enseñanza cuando estos alumnos desarrollen su práctica profesional en el Nivel
Primario.
Partimos por un lado del convencimiento del potencial epistémico de la escritura y
por otro lado de la realidad acuciante que nos indicaba que era una necesidad prioritaria
abordar la escritura dada las características de nuestra población de alumnos.
El 80%de los alumnos del IFDC de Villa Regina, provienen de familias de bajos
ingresos, muchos con necesidades básicas insatisfechas. Un 20% de esos alumnos ingresan
un mes posterior al inicio de clases, ya que se desempeñan como obreros temporarios en
los galpones de empaque de la fruta. Un 40% de los ingresantes ha decidido iniciar
estudios superiores después de 5 o más años de haber egresado del secundario. Un 20 % ha
realizado sus estudios de nivel medio en colegios nocturnos con planes de tres años. Este
complejo panorama social se traduce durante el desarrollo de la cursada en serias
dificultades para expresar por escrito sucesos e ideas. Así nos lo mostró una actividad
diagnóstica elemental: contar en tres párrafos alguna historia escuchada. En las
producciones observamos desde dificultades para organizar el texto en párrafos hasta
dificultades para mantener la coherencia.
El desafío es entonces “sumergirlos” rápidamente en una cultura de prácticas
discursivas que implique un verdadero desarrollo de su formación como usuarios
competentes de la lengua escrita y al mismo tiempo incluir la reflexión permanente sobre
las situaciones didácticas que les permiten avanzar en la construcción de su proceso
escriturario.
Creemos que solo un maestro que construyó su saber y su ser como lector y
escritor, que reconoce su propio proceso alfabetizador, podrá conducir a sus alumnos por
ese mismo camino.
El primer desafío que afrontamos es generar situaciones didácticas para desarrollar
la comprensión y producción de textos como prácticas generadoras de significaciones.
Respecto a este primer desafío decidimos empezar en el curso introductorio por pedirles la
lectura de cuentos tradicionales. Para la mayoría de los alumnos los cuentos tradicionales
constituyen el acervo común más generalizado. También resultó una forma efectiva de
tender puentes con las formas y necesidades de las prácticas lectoras de un grupo
importante de alumnas que son madres. Fue una forma rápida de incluir sus saberes y sus
prácticas como cuenta-cuentos de sus hijos al ámbito de la formación docente.
A partir de este inicio abordamos la bibliografía teórica en la que abundan
discusiones sobre la conveniencia de incluir o no los cuentos tradicionales en la escuela.
Las posiciones encontradas de los teóricos nos permiten plantear, desde el inicio de la
formación y con un contenido accesible, la vivencia de posturas encontradas y la
posibilidad de buscar argumentos para fundamentar por escrito una toma de posición que
deben sostener los alumnos en su texto de opinión.
Una vez que encontramos que esta era una buena forma de empezar y, como
dijimos, de sumergir a los alumnos en una cultura de prácticas discursivas planteamos tres
tipos diferentes de situaciones de escritura: situaciones de escritura instrumental, escrituras
para participar en un contexto social y escrituras de ficción.
1-Situaciones de escritura instrumental
1.1-Cuaderno de registros
Todas las clases, dos alumnos diferentes realizan en un cuaderno el registro
minucioso de la clase. Estos alumnos deben reunirse, después de la clase, para elaborar un
único registro que será leído al iniciar la clase siguiente.
Este registro sirve como insumo para alumnos y docentes en la próxima clase. Para
las docentes se convierte en instrumento tanto para monitorear nuestra propia práctica,
como para detectar dificultades surgidas. Para los alumnos, es un anclaje con la clase
anterior y una posibilidad de consulta para los que estuvieron ausentes. Por otra parte dos
alumnos, en forma rotativa, realizan una exhaustiva tarea de escritura y de revisión, dado
que ese texto tiene lectores reales. El cuaderno de registro es un instrumento útil para
registrar la observación y sistematizarla.
La realización de registros los prepara para que utilicen el autorregistro en su propia
práctica docente como forma de conocerse como docentes y hacer transformaciones en sus
propuestas de trabajo. Explicitamos este uso del registro y la importancia que tine para que
la tarea docente deje de ser una repetición de rutinas sin sentido para convertirse en una
labor consciente e intencionada.
1.2 Trabajos prácticos para apropiarse de un tema
Para las distintas temáticas solicitamos la elaboración de trabajos prácticos. Todos
ellos implican consignas de lectura de bibliografía y producción de diferentes tipos de
textos, desde mapas conceptuales para organizar los contenidos hasta textos
argumentativos. Los trabajos prácticos son obligatorios, en un 100%, pero no se consideran
instancias de acreditación. De este modo se instalan como auténticas situaciones de
aprendizaje, desprovistas de la presión del aprobado o desaprobado, pero con la
responsabilidad de cumplir con la tarea, por parte del alumno.
Las docentes del
...