LIMITACIÓN E IMPERFECCIÓN DE LA PALABRA
Enviado por formar • 13 de Mayo de 2014 • Síntesis • 680 Palabras (3 Páginas) • 165 Visitas
LIMITACIÓN E IMPERFECCIÓN DE LA PALABRA
En varias ocasiones Goethe manifestó su inconformidad en relación con el valor de la palabra. Consideraba que ésta era un instrumento imperfecto en manos del hombre. De nada sirve al ser humano el alcanzar la contemplación de los misterios si no puede expresarlos después, si no puede comunicarlos a los demás.
Nos fundamentaremos en varios momentos del Fausto para analizar el presente aspecto, al mismo tiempo que identificaremos y analizaremos las diferencias y semejanzas con algunos enfoques de que aparecen en varios cuentos de El Aleph de Jorge Luis Borges.
La palabra al servicio del saber positivo
Los largos años de vida dedicados por Fausto al estudio de las ciencias, llegaron a demostrarle la inutilidad de un saber positivo que se mueve con un tráfico inútil de palabras. El hombre termina por sentirse realmente desvalido ante este problema, porque cuando desea establecer un acercamiento con los otros seres humanos no le es posible. Se ve obligado a recurrir a la palabra y ésta resulta inapropiada, limitada, estéril.
El problema de la transmisión del conocimiento es lo que preocupa al científico. Por eso en el primer monólogo de la tragedia, el personaje se siente desilusionado y escéptico en lo que se refiere a su contacto de años con la ciencia.
Y si bien no lo dice expresamente, se puede leer entre líneas la profunda desazón que se apodera de él cuando comprende que su verdadero mensaje no ha llegado realmente a nadie. Sólo ha conseguido, en sus largas temporadas como maestro, formar alumnos engreídos y arrogantes como es el caso de Wagner. Discípulos incapaces de llegar al máximo conocimiento, el de la propia ignorancia, y que se acercan a él para pedirle la fórmula del conocimiento definitivo y total. Estos estudiantes han recibido un mensaje parcial y han caído en el viejo pecado de considerarse semejantes a los misterios que analizan, por el sólo hecho de haberse asomado a ellos.
Todo lo dicho implica la idea del fracaso de este anciano doctor y conlleva la noción de una palabra avara, de una palabra que pretendió encerrar un concepto, pero que jamás lo consiguió dada la naturaleza escurridiza del mismo.
Precisamente, en medio de este escepticismo, el doctor Fausto decide abandonar el estudio de las ciencias y se entrega a la magia. La nueva experiencia lo conducirá también a la desazón, pero de una forma distinta.
El sentido de la palabra en la magia
Si continuamos en el terreno interpretativo del Fausto podremos constatar que cuando Fausto abre el libro de Nostradamus y ve el signo del macrocosmos, todo aparece muy claro ante él.
Entregado de lleno al problema del conocimiento, y después de haber vivido la angustia de un saber inoperante, cree hallar, en una manifestación ajena a la ciencia, todo aquello que la misma ciencia le había negado. Nuevamente la
...