LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN MANOS DE LOS PODEROSOS

Los grandes medios de comunicación en Colombia están concentrándose en manos de los tres grandes conglomerados económicos nacionales: Ardila Lulle, Santodomingo y Sarmiento Angulo, y extranjeros como el mexicano Slim. Esto es una amenaza para la pluralidad informativa, para la imparcialidad del periodista y para el sustento ideológico que está en todo contenido que producen los medios, nos estamos quedando los Colombianos con una sola visión del acontecer nacional, y donde queda la otra perspectiva de la otra realidad nacional, de esa que no será noticia porque no está de acuerdo a los poderosos, a sus interés económicos, o a sus objetivos de dominación.

El Periodista dadas sus competencias y sus talentos es el llamado a crear contenidos que despierten, que encausen, que denuncien, que inquieten, que promuevan la necesidad de ayuda, la necesidad de hacer por el otro, la necesidad de hacerse responsable por transformar comunidad y sociedad. El periodista por su naturaleza lleva mensajes, construye escenarios dialogantes en la sociedad y crea conciencia colectiva en los receptores. Por lo anterior, es el actor social que esta llamado y obligado a hacer visible las diversas realidades humanas, políticas y económicas que viven en la clandestinidad y que se hace necesario visibilizarlas para despertar la conciencia ciudadana, para hacer que la democracia tenga validez, para equilibrar la balanza del poder.

Ante las realidades que tenemos de quien domina los medios de comunicación en Colombia, se hace necesario que el periodista construya redes informacionales que acerquen la realidad circundante y agobiante de nuestro país, de nuestro municipio, de nuestro territorio, para promover acciones y actividades de apoyo o rechazo de todo lo que afecte a nuestras comunidades. Debe llevar la verdad de nuestro país, de nuestro territorio próximo al mundo, debe despertar en los hombres la conciencia de su tiempo, de su vida y de la capacidad que tienen para transformar el mundo que los rodea.

Las restricciones de información de una gran parte de nuestra sociedad Colombiana, atrapan y no permiten asumir una conciencia emprendedora para despegarse de los poderes, que mantienen el estado de subdesarrollo económico, político, social y espiritual de gran parte de nuestra población, son los comunicadores sociales los llamados a ejercer la misión de despertar del letargo, tanto a los colombianos marginados, como a los colombianos que creen que todo está bien y acercarlos para crear una fuerza que haga contrapeso al poder existente, que confronte, que promueva la movilización ciudadana para que realmente la democracia sea realidad y no discurso.

Es fundamental apoyar todo emprendimiento periodístico que nos muestre la otra cara de la moneda, y que los medios tradicionales nunca la van a mostrar pues es inconveniente a los intereses de sus dueños.

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