La Colombia
Enviado por johansur • 8 de Mayo de 2013 • Informe • 662 Palabras (3 Páginas) • 334 Visitas
La Colombia que mi generación y las que nos han precedido ha construido no es muy satisfactoria. En muchos aspectos, los problemas colombianos identificados y diagnosticados hace años no se han resuelto, y más bien se han agravado. Hace quince o veinte años, los colombianos soñaban con superar la pesadilla, que hoy, desde nuestra perspectiva, vemos que apenas comenzaba, del narcotráfico y la violencia urbana; hace treinta creían que poco a poco la guerrilla perdería su capacidad de acción y la paz retornaría al campo, que el desarrollo económico nos llevaría pronto al bienestar general y el UPAC daría casa a todos los colombianos. Los gobiernos y los dirigentes políticos prometieron reducir el desempleo, eliminar la miseria, mejorar la distribución del ingreso, dar educación básica a todos los colombianos, eliminar la corrupción, recuperar el respeto a la ley. No eran metas imposibles, y en algunos aspectos el país ha avanzado, pero sería de un optimismo ingenuo ignorar que hoy la zozobra y la inquietud se apoderan del espíritu y de la imaginación de los colombianos.
Este problema ha venido cambiando la vida de muchos colombianos ya que por motivo de la violencia en muchos lugares las personas deciden irse de sus territorios huyendo de los conflictos que provocan la destrucción y la desgracia para muchas regiones.
Mi punto de vista es algo crítico ya que pienso que dicho problema se basa en algo ilógico, que solo, provoca miseria, destrucción y causa en las mentes de todos los afectados un problema psicológico capaz de destruir las vidas de los seres humanos.
Un mejor país y un país libre para todos los colombianos es el objetivo que los grupos armados buscan con tan absurdo problema y no se dan cuenta que lo único que están haciendo es destruir el país y desmejorar la calidad de vida de los ciudadanos provocando así el desprecio de la sociedad y el subdesarrollo de nuestra nación.
Hay que hacer a Colombia más vivible para todos: hay que cambiar la calidad de vida, y esto implica, por supuesto, mejores ingresos, una distribución más justa de la riqueza, la satisfacción de las necesidades básicas de la vida. Pero esto se logra mejor cuando es el resultado de una voluntad general, y esto supone una buena democracia, mecanismos de decisión serios, que superen el clientelismo, la política de corrupción y la corrupción de la política. Y exige también un país que piensa, no se deja embaucar, se toma su tiempo para analizar. Quizás hemos llegado a un punto en el que lo único que puede ayudar a cambiar el país es cambiar las mentes: mejorar la educación y el acceso a la cultura.
El desempleo masivo sería una consecuencia permanente, y solo los negocios comerciales, además de algunos servicios que inevitablemente hay que prestar localmente, prosperarán. ¿Pero con que pagaremos lo que vamos a importar? ¿Qué les vamos a ofrecer, más barato, a quienes nos
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