La Cultura De Calidad En Mexico

LA CULTURA DE CALIDAD EN MÉXICO

Introducción.

A continuación describiremos un tema del cual se habla mucho, no solamente en nuestro país, sino también en los países extranjeros ya que por la diferente cultura que se lleva a cabo en éste, se trabaja de una forma ineficiente lo que nos lleva a organizaciones sin calidad.

La cultura en México y sus valores son profundamente arraigados en el inconsciente del mexicano, son fundamentales para la cohesión social y la preservación moral y, como consecuencia ayudan a la convivencia humana cotidiana. Existe un estudio llamado Hofstede en el cual México es comparado con otros países y nos damos cuenta que no está trabajando de manera adecuada para llevar a las organizaciones con una cultura de calidad.

Concepto de cultura.

Es el patrón por medio del cual todos los individuos que pertenecen a un grupo o sociedad son educados e incorporados a la actividad del mismo. La cultura es móvil y dinámica ya que cambia en función de los retos que enfrentan los grupos.

En términos más precisos, cultura también significa “la manera tradicional de hacer las cosas en una sociedad determinada”.

Cultura de calidad.

Es el conjunto de valores y hábitos que posee una persona, que complementados con el uso de prácticas y herramientas de calidad en el actuar diario, le permiten colaborar con su organización para afrontar los retos que se le presenten, en el cumplimiento de la misión de la organización.

Control total de la calidad.

Control: alto control/bajo control.

Total: todo el personal.

Calidad: del personal de toda actividad.

Este concepto, desarrollado en México, tiene como filosofía hacer las cosas bien desde la primera vez, prevenir en vez de corregir, y capacitar, promover y administrar con respecto a lo que se ha establecido como los “cuatro pilares de la calidad”.

1- Que la gente sepa qué tiene que lograr.

2- Que la gente sepa cómo lograrlo.

3- Que la gente tenga con qué lograrlo.

4- Que la gente quiera lograrlo.

La cultura organizacional en México.

Se dice que todo individuo recibe una herencia genética y cultural, podemos agregar que la personalidad de un sujeto es resultado de las dos anteriores, más, su historia personal.

Se puede afirmar que existen tantas culturas como sociedades distintas en el mundo, en donde cada una se caracteriza por una combinación diferente de factores culturales.

La cultura organizacional es modelada por quienes tienen el poder directivo y puede ser usada para reforzar los objetivos organizacionales. Podemos decir, que la cultura es un componente de la personalidad.

Existe un estudio que analiza diversas culturas en el mundo y que se hace la comparación con la cultura de las organizaciones en México:

Estudio Hofstede:

Analiza la cultura en base a cinco dimensiones.

1) Individualismo/colectivismo.

Se dice que en las organizaciones de calidad se requiere de una alta tendencia hacia el individualismo, esto quiere decir que la personalidad de un dividuo no se puede cambiar, pero si se puede llegar a influir en ella, cada uno posee sus propios valores y creencias. Al formar parte de una organización en donde la escala de valores es diferente y en la cual el desempeño en el trabajo es parte esencial para efectos de productividad, el trabajador pudiera sentirse hasta incómodo y acabara abandonando la organización.

En México se tiene una tendencia hacia el colectivismo ya que la relación entre jefe y subordinados, o entre compañeros de trabajo, se percibe más en términos de amistad o como un lazo familiar buscando integrar grupos para las reuniones de festejos, los cafés por las mañanas, los pasteles en cumpleaños, etcétera; que grupos de trabajo.

Se dice que el mexicano posee más defectos que virtudes ya que este vela primero por su familia que pro su trabajo.

El valor más arraigado del mexicano es innegablemente el amor a la familia, es por ello que muchos empresarios prefieren a los hombres casados y con hijos, que solteros porque se dice que un mexicano casado suele ser más responsable que uno soltero.

Y así resulta una paradoja: “el mexicano tiene sentido de clan y no tiene sentido de equipo”.

2) Distancia de poder.

Las organizaciones de calidad muestran una tendencia hacia el escaso distanciamiento de poder. Es decir la sociedad no acentúa las diferencias de poder y bienestar entre sus individuos. Aquí la igualdad, la confianza en las personas, el trabajo en equipo, empleados autodirigidos y el generar oportunidades son factores importantes para todos.

En México se tiene alta distancia de poder.

Algunas de las características culturales que en general refleja la población latinoamericana y que comprueban este resultado son: un alto respeto por la riqueza, el poder y el estatus (se les habla con el término “usted” a las personas de mayor rango, o por su título profesional); la clase media y los poderosos cuentan con muchos privilegios.

La lealtad del trabajador mexicano se ha basado en la devoción a su patrón. Esto nos permite pensar que el mexicano es un hombre de fuerte lealtad, pero al hombre, no a la organización.

En México tendríamos que luchar contra una serie de supuestos mentales; por ejemplo, en los países de alta distancia de poder se espera que los hijos sean obedientes, respetuosos y que no contradigan a los padres, en cambio en países de baja distancia de poder, a los hijos se les educa para que sean más independientes y se les trata más como iguales.

3) Masculinidad/feminidad.

Este factor evalúa el grado en que la sociedad refuerza o no el modelo tradicional del rol masculino de trabajo, logro, control y poder. Un alto grado de masculinidad indica un alto grado de diferenciación de género. Un bajo grado de masculinidad indica un grado bajo de diferenciación y discriminación entre géneros.

Las organizaciones de calidad deben reflejar este factor en un nivel intermedio. Debe haber trato humano a los individuos, la organización no interviene en la vida privada de su personal, busca la promoción interna y el reconocimiento de los logros en calidad.

En México se tiene una tendencia intermedia ya que la cultura de las organizaciones es más cálida al dar oportunidad a los dos géneros de participar en la misma.

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