La Democrtacia Sin Abjetivos De Enrique Krauze

La democracia sin abjetivos

La democracia sin objetivos de enrique krauze quiere señalar la imperiosa necesidad que tenía nuestro país México a acceder a un nuevo orden institucional que interiorizara y privilegiara las prácticas y procedimientos políticos de tiempo atrás implementados.

La propuesta de Enrique Krauze apuntaba o señalaba a un sector político y social muy claro que era aquel que había gozado tradicionalmente de los beneficios y privilegios ya sean económico, sociales y culturales del México posrevolucionario.

La democracia no lleva adjetivos o existe o no existe punto, y hay que distinguir, ante todo, entre la democracia formal y la democracia real. La primera es la que está organizada y funciona según los lineamientos establecidos en los preceptos legales. Sus procedimientos están fijados, en gran parte, por las normas constitucionales, y en otra medida, no menos importante, por las leyes reglamentarias que se derivan de esas normas.

La democracia real por otra parte es la sociología política la que la da a conocer y nos habla de los grupos de poder que realmente existen y obviamente influyen en la vida política, en la toma de decisiones del pueblo a la hora de votar o bien en el abstencionismo de este al votar.

Todo esto va en contra de la pureza de la democracia como tal en México tenemos en ejemplo la historia política que nos dejo Porfirio Díaz pero en nuestro tiempo en pleno 2011 es la misma estamos aun en un proceso de transición el poder se encuentra sostenido en pequeños grupos de poder que en realidad son los que toman las decisiones en nuestro país junto con los partidos políticos otro ejemplo por decir el sindicato de maestros que liderea Elba Esther gordillo.

Entonces lo que nos trata de dejar claro enrique krauze que existen muchos adjetivos de democracia si de hablar se trata, pero se debe de trabajar para tener una democracia de verdad, autentica.

REFORMAS DE 1968 - 1977

A partir del movimiento "estudiantil y popular" de 1968 se generalizó la crítica al autoritarismo del sistema político mexicano, en virtud de que sus demandas tocaban el núcleo de legitimidad del régimen: la ausencia de democracia. La confrontación que provocó este movimiento fue tan radical que el sistema fue incapaz de absorberlo y aniquilarlo. De ahí en adelante surgieron múltiples actores políticos que ya no buscaban "un espacio de negociación" con el gobierno, sino que lo confrontaban directamente. Cabe recordar como ejemplo los movimientos sindicales que lucharon, no sólo por reivindicaciones laborales, sino por la democracia en sus organizaciones; movimientos guerrilleros e incipientes partidos de izquierda o de derecha que pretendían acceder al poder a través de la lucha electoral.

Pero muchas veces esas luchas fracasaron al enfrentar a un partido hegemónico todavía capaz de movilizar a grandes sectores de la población y de satisfacer algunas demandas sociales a través de políticas públicas de beneficio social. (PRI).

En los años setenta, por un lado se acabó la estabilidad monetaria con la devaluación de 1976, lo cual repercutió en forma inmediata en el deterioro del bienestar de la población en todos los niveles sociales; y por el otro la llamada "apertura democrática" en realidad se transformó en "la guerra sucia" con el fin de exterminar a las guerrillas y controlar por medio de la represión a la disidencia política.

El gobierno de José López Portillo se vio forzado a buscar alternativas a fin de evitar que se generalizara la violencia y la ingobernabilidad. Por eso en 1977 el secretario de Gobernación,

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