La Discriminacion En El Aula

PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE A TRAVÉS DEL TIEMPO.

DIDÁCTICA

La transmisión de los conocimientos históricos de la humanidad han sido siempre menesteres del maestro, puesto que este es el que conlleva la tarea de depositarlos de la manera mas fidedigna a las nuevas generaciones y es en esta etapa donde siempre ha radicado un gran conflicto en cuanto a la forma en como es la mejor manera de hacerlo.

Desde sus inicios, la transmisión de los conocimientos, cualesquiera que sean estos y sin importar la rama del saber humano al que perteneciera, tenían la peculiaridad de que sus métodos eran demasiado ortodoxos y poco funcionales porque se reducían únicamente a la memorización mediante la repetición y la reprensión, perpetrada en contra del estudiante, en primer termino por el educador y después en casa, a cargo del padre o tutor del niño; entonces bajo estas circunstancias tenia que darse no la comprensión mediante el análisis y la reflexión, sino la memorización en la que el estudiante solo se remitía a repetir lo que había practicado incansablemente.

Estos métodos, con el tiempo, fueron evolucionando y perdiendo algunas practicas que no ayudaban en nada a la comprensión de la temática. Pero al mismo tiempo se fueron adoptando nuevas estrategias con las que se intentaba lograr un poco mas de comprensión al abordar los temas de la asignatura, pero aun a pesar de los esfuerzos, por muchas generaciones, seguía persistiendo en ellos la sombra de las prácticas memorísticas que de algún modo nublaban y le negaban las posibilidades a la reflexión, a la critica y al análisis de las causas y consecuencias de cualquier echo histórico.

Fue hasta hace poco relativamente cuando se empezó a reflexionar en la gran importancia de provocar en los estudiantes la necesidad de saber y explorar los pormenores de cualquier acontecimiento histórico de nuestro pasado inmediato o profundo. Esta idea comenzó a revolucionar las formas de enseñanza y a darle otros matices en los que ahora es el alumno el que debe de buscar para satisfacer su propia curiosidad de conocer el como, cuando, donde y porque de los sucesos acontecidos en las diferentes etapas del ser humano.

Debemos de reconocer nuestros propios errores y el hacerlo ese modo permitirá fortalecer nuestras debilidades que limitan nuestra práctica docente; en un inicio todo maestro llega al aula pragmatizado de saberes que los teóricos le han proveído a través de interminables lecturas realizadas durante su formación académica, pero adolece de la esencia pura que le da un rumbo y una dirección al quehacer pedagógico y didáctico: la praxis. Nuestras primeras incursiones al trabajo áulico carecían de estos dos saberes fundamentales, para el eficaz desempeño y el buen desarrollo de las experiencias escolares que se suscitan a diario en el salón de clases y que son tan necesarios

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