La Ecologia

ualmente es muy usual escuchar sobre todos los problemas que aquejan al medio ambiente y, por ende, a la sociedad. Hay grupos y sectores destacados en ella que opinan y deciden sobre la problemática ambiental y su solución. Están los ecologistas que culpan a los avances científico-tecnológicos del deterioro ambiental, y proponen como solución volver a un estilo de vida rudimentario, dejando de utilizar ciertas tecnologías contaminantes. Algunos de estos movimientos llegan a promover una imagen deformada y fanática de la conservación del medio ambiente. También está el gobierno, que quienes lo componen creen que con normas y leyes correctivas y sancionadoras es suficiente para contrarrestar todo el daño que se provoca a la naturaleza, además de prevalecer para ellos sus intereses políticos y económicos sobre el bienestar ambiental y social. Están asimismo los empresarios, que le dan más importancia al beneficio económico y productivo, que a la prevención y al cuidado del medio ambiente, dejando por fuera el coste de la naturaleza en sus procesos productivos. Además, están los científicos, o más específicamente los ecólogos, quienes se dedican a construir explicaciones para comprender los problemas ambientales actuales y futuros, y que en muchos casos solo se quedan en dar una recomendación profesional, sin hacer nada más al respecto. Por último, esta la sociedad en general, que estima que la problemática mencionada es algo que se sale de sus manos y no puede hacer nada para mejorar la situación, y que es culpa de unos o de otros sectores o factores sociales. Dicho lo anterior, es claro que TODOS, de alguna manera u otra, afectamos y somos responsables del deterioro del medio ambiente y de los conflictos ambientales actuales, pues todos nosotros juntos con nuestra forma de proceder sobre la naturaleza, hemos conseguido que se haya desequilibrado. Desde mi perspectiva, creo que para lograr una solución verdadera y significativa a todos los problemas ambientales, es necesario que: primero, cada sector de la sociedad y cada persona acepten su responsabilidad en el desarrollo de dicha problemática; segundo, se tomen acciones por parte de cada grupo de la sociedad, pero no por separado sino en consenso entre todos los grupos, y ofreciéndose apoyo mutuamente. Por ejemplo los ecologistas deberían contar con los vastos conocimientos científicos de los ecólogos

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