La Emergencia de la Cultura Empresarial

INTRODUCCIÓN

La cultura empresarial es lo que identifica la forma de ser de un empresa y se manifiesta en las formas de actuación ante los problemas y oportunidades de gestión y adaptación a los cambios y requerimientos de orden exterior e interior, que son interiorizados en forma de creencias y talantes colectivos que se trasmiten y se enseñan a los nuevos miembros como una manera de pensar, vivir y actuar.

Las organizaciones plasman en sus misiones el conjunto de creencias sólidas que sirven de premisas a todas sus políticas y acciones. Uno de los factores más importantes del éxito empresarial es la invariable adhesión de todo el cuerpo social a dichas creencias.

LA CULTURA DE LA EMPRESA

La Emergencia de la Cultura Empresarial

La cultura empresarial se ha convertido en un tema de obligada referencia para los que se interesan por las organizaciones, y concretamente por la empresa.

Rastreando en la tradición de las Ciencias sociales, no es difícil reconocer algunos procedentes de este tema: desde la influencia de factores culturales en el desarrollo económico (con la ética protestante y el espíritu del capitalismo de Weber como obra paradigmática) a las culturas de los grupos informales en la empresa.[pic 1]

La cultura de la empresa es un tema emergente, con la vigencia permanentemente renovada de los clásicos. No es extraño que algunos de los puntos de emergencia del interés por la cultura empresarial hayan estado en el éxito de las empresas japonesas, es decir, de empresa con un modo diferente de hacer las cosas, arraigadas en una tradición cultural distinta.

En síntesis, la emergencia del enfoque cultural en la empresa se debe a la confluencia de diversos factores.

En el ámbito económico-empresarial:

• El éxito de la empresa japonesa, inexplicable desde los modelos interpretativos vigentes.
• Un entorno imprevisible, sometido a un cambio acelerado (globalización de los mercados, desarrollo de nuevas tecnologías, nuevas coaliciones entre empresas , obsolescencia de enfoques y estrategias de gestión ya consolidados, etc.), con la crisis consiguiente de muchas empresas, forzadas a introducir cambios profundos que pasan por el conocimiento de su propia identidad.
• El éxito de las “empresas excelentes”, que han sabido enfrentar el cambio y adelantarse a él gracias a que sus líderes han sabido crear y potenciar una cultura fuerte.[pic 2]

En el ámbito sociopolítico:

• La crisis del Estado de Bienestar con un modelo de creciente tecnocratización de la vida social.

• La tendencia a concebir no tanto ya en términos materiales, sino de calidad de vida, el trabajo como ocasión expresiva y no solo instrumental, el trabajo como comunidad de vida.

El ambiente científico-cultural:

• Una conciencia cada vez más difundida de que la complejidad de la vida social y organizativa solo puede captarse y gestionarse con una racionalidad ampliada, no meramente instrumental, sino que aproveche la función holística e imaginativa de la mente.
• La crisis de la fe incondicionada en el progreso técnico
• La conciencia de hallarnos ante un cambio épocal: asistimos al desarrollo de una nueva sensibilidad cultural postmoderna, que supone una ruptura con la modernidad, uno de cuyos pilares fue la racionalidad burocrática.

Diversos enfoques y una definición

En los ambientes científicos se percibe una necesidad creciente de desarrollar enfoques interdisciplinares, y esta necesidad es particularmente acuciante en el ámbito de las ciencias humanas y sociales. Si establecemos un paralelismo entre las diversas ciencias que se ocupan de la cultura, encontramos tres grandes enfoques:

1. Un primer enfoque consiste en ver las organizaciones desde su entorno, con lo que la influencia del ambiente al que las organizaciones intentan adaptarse se conviente en el factor explicativo privilegiado de los cambios que tienen lugar en la organización. Se engloban aquí las corrientes escologico-adaptacionistas, que encuentran su traducción al ámbito organizativos en ciertos desarrollos de la teoría de la contingencia, y más recientemente, de ecología organizacional que tratan el problema de la adaptación y supervivencia de las organizaciones en su medio.
2. El segundo pero si bien es patente la influencia del entorno sobre la organización no es menos cierto que las organizaciones influyen también sobre el ambiente. En este enfoque la cultura de la empresa es un sistema de valores y normas que ha ido formándose históricamente, haciéndose más sólido y estable con la repetición y habituación, y que s e transmite a los nuevos miembros de la empresa, modelando su conducta
3. Los dos enfoques anteriores (ecológico e institucionalista) mantiene una perspectiva holista (macro) de la organización. Pero si tomamos la perspectiva micro, la aparente pasividad de los sujetos frente al hecho social que los modela y se auto reproduce en el tiempo

La escuela simbólica ve la cultura como el tejido de significados a través del cual los seres humanos interpretan sus experiencias y orientan sus acciones. En la misma línea, el interaccionismo simbólico y la etnometodología ven las organizaciones como productos de la interpretación que hacen los miembros de su experiencia organizacional.

Van Maanen I. Varley definen la subcultura organizativa como un subconjunto de miembros de una organización que:

• Interactúan regularmente entre ellos,
• Se identifican como un grupo distinto dentro de la organización,
• Comparten un conjunto de problemas,
• Actúan habitualmente sobre la base de esquemas colectivos de compresión específicos del grupo.

La cultura como otra “variable” organizativa que hay que conocer para controlar: La cultura es algo que la organización tiene, un constructo, el producto de una construcción social.

En definitiva, que para entender la cultura hay que conocer también sus aspectos intangibles e incluso inconsistentes o pre consistente (normas, valores, creencias, etc.) esto requiere volver sobre el proceso de construcción simbólica para descubrir la conexión significante-significado:

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