La Empresa Mercantil

LA EMPRESA MERCANTIL

La empresa constituye un fenómeno económico y social. En primer lugar y fundamentalmente es una actividad económica, como tal se diferencia de las demás que tienen un carácter político, religioso, científico o de otra índole por razón de su objeto: la producción y distribución de bienes y servicios valorables económicamente y destinados a satisfacer las necesidades humanas.

Para la empresa no basta con crear riqueza, se requiere asimismo que esta riqueza tenga lugar a costa de otra riqueza precedente que queda expuesta al riesgo de pérdida. Al concepto de empresa es inherente la idea de riesgo.

Desde un punto de vista estructural, está actividad económica se caracteriza por su organización.

El empresario organiza los medios de producción, capital y trabajo, los coordina de forma estable con arreglo a un plan. Esta actividad debe ser necesariamente dirigida al mercado, entendido como punto de encuentro de la oferta y la demanda, respecto a una determinada mercancía o servicio, por lo que quedan excluidas del concepto de empresa aquellas organizaciones económicas que producen para el propio consumo.

CONCEPTO JURÍDICO DE EMPRESA:

Desde su aparición la empresa asume relevancia jurídica en la medida en que el propio ordenamiento legal se sirve de esta realidad social como elemento constitutivo de sus normas.

Es el empresario y no la empresa el titular de derechos y obligaciones que la actividad empresarial general, y el que responde por tanto del cumplimiento de las deudas sobrevenidas en el ejercicio de tal actividad. El aspecto objetivo, en el cual se materializa y objetiva la actividad del empresario. El negocio o establecimiento plasma la existencia este conjunto de bienes que, por estar coordinados entre sí, pueden alcanzar un valor superior al que alcanzarían aisladamente cada uno de los diferentes elementos que lo integran y es susceptible además de un tráfico jurídico independiente.

Por lo que podría referirse como empresa en términos jurídicos a toda aquella actividad imputable a una persona que utilizando un conjunto más o menos complejo de bienes organizados y con la colaboración de un círculo más o menos amplio de personas, se dedica libremente, en el marco de la constitución económica, a la producción de bienes y servicios con destino, mediato o inmediato, al mercado.

Las empresas o unidades económicas de producción pueden ser clasificadas atendiendo a diferentes criterios. Según sea su tamaño, las empresas pueden ser pequeñas, medianas o grandes. Según la naturaleza de la actividad productiva, hay tantos tipos de empresas como sectores o ramas de la actividad económica, con el grado de desagregación que se quiera. En función de la titularidad del capital social, las empresas pueden ser clasificadas en tres grandes grupos:

Empresas privadas, cuyo capital es propiedad de

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