La Esclavitud

EL SOMETIMIENTO DE LA ESCLAVITUD

La esclavitud que viven algunas personas consideradas inferiores o que ni si quiera son considerados personas; como lo viven algunas mujeres que se dejan dominar por aquellos que la consideran una más de sus propiedades (‘’siempre es doble su esclavitud’’), privándolas de su libertad.

No podemos llenarnos la boca de que la esclavitud no existe puesto que estamos en un mundo divido en dos clases amos y esclavos donde los primeros explotan a los segundos extrayendo todo el trabajo posible de ellos, sin dar nada a cambio más que su desprecio repugnancia y humillación a aquellas personas subestimadas, en algunos casos una sociedad esclavizada no es necesariamente entre seres humanos también existe en productos como lo es el alcohol, las drogas …,también puede deberse a situaciones de explotación de tipo laboral y económico. Pero este no es el caso.

Hace poco escuche la historia de una joven huérfana, era una niña indefensa, una víctima de las agresiones verbales de su malvada madrastra y sus hermanastras que su corazón era negro de tanta maldad que poseían. Vinieron con ellas días muy duros para la pobre huérfana, le quitaron sus hermosos vestidos, la llevaron a la cocina. Allí tenía que pasar el día entero ocupada en duros trabajos. Sus noches, rendida como estaba de tanto trabajar, en vez de acostarse en una cama tenía que hacerlo en las cenizas del hogar. Y por este motivo iba siempre polvorienta y sucia, la llamaban cenicienta.

Sucedió que un día el Rey organizó una fiesta, y a las que fueron invitadas todas las doncellas bonitas del país, para que el príncipe heredero eligiese entre ellas una esposa. Y por supuesto hay se encontraban las hermanastras que con burlas no dejaban de humillar a la pobre cenicienta, ella intento de mil maneras pedir permiso pero la madrastra jamás le dio el permiso, pues para poder ir le dio condiciones que jamás podía cumplir en un día. Entonces sus amigos animales al verla tan triste le ayudaron para poder salir e ir a la fiesta además le consiguieron un vestido hermoso y la joven cenicienta pudo ir, lo único que tenía que a hacer era llegar a las 12 para que así no la descubrieran.

Llego al castillo, conoció al príncipe, bailaron llego las doce y cenicienta tuvo que salir rápido sin darle su nombre pero se le quedo una de sus zapatillas. La madrastra se dio cuenta que cenienta desobedeció sus órdenes y la encerró muchos días pues sabía que el príncipe la estaba buscando.

Sus dos hermanas se hicieron pasar por ella pero a ninguna de las dos le quedo aquella zapatilla. Cenicienta con ayuda de sus amigos pudo escapar de ese encierro, y de esa manera llego a donde el príncipe sin importarle nada, le puso la zapatilla y supo que era ella de la que se había enamorado aquella noche y por fin la joven cenicienta pudo ser feliz.

Ningún hombre o mujer, tiene el derecho,

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