La Escuela De Las Americas
Enviado por • 17 de Junio de 2014 • 1.925 Palabras (8 Páginas) • 239 Visitas
La Escuela de las Américas (SOA) fue establecida en Panamá en 1946, con la
supuesta intención de promover la estabilidad en América Latina. Pero en los
años 60, en vez de haber promovido la estabilidad, la Escuela produjo tantos
tiranos, dictadores, y semejantes, que en los círculos latinoamericanos se llegó
a conocer como la Escuela de los Golpes.
Después de haber sido echada de Panamá, bajo los términos del Tratado del Canal
de Panamá, la Escuela de las Américas fue trasladada a Fort Benning en 1984. En
aquella época, el entonces presidente de Panamá, Jorge Illueca, llamó a la
Escuela "la más grande base para la inestabilización en América Latina," y el
periódico panameño La Prensa la apodó "La Escuela de Asesinos."
Consistentemente se ha visto que las naciones latinoamericanas con los peores
registros de violaciones a los derechos humanos, han enviado el mayor número de
soldados a entrenarse en la Escuela de las Américas. Bolivia, bajo el general
Banzer; Nicaragua, con los Somozas; El Salvador durante los años más sangrientos
de la guerra civil-- todos eran clientes asiduos de la Escuela de las Américas.
La Escuela de las Américas ha entrenado a más de 56.000 soldados, provenientes
de 18 países de Latinoamérica, en las áreas marciales de guerra de baja
intensidad, operaciones psicológicas (PSYOPS), técnicas de contrainsurgencia,
operaciones de comando, métodos de interrogación y recolección de información.
De ella se gradúan aproximadamente 1.600 soldados al año. De acuerdo con el
Pentágono, la misión de la Escuela de las Américas es: profesionalizar a
militares de América Latina, promover la democracia y enseñar los derechos
humanos. Joe Reeder, Subsecretario del Ejército de los EE.UU., afirmó que "la
instrucción en la Escuela de las Américas se enfoca en el papel que debe
desempeñar el profesional militar en una sociedad democrática. Es un requisito
de la Escuela que cada curso incluya, sin importar el tema o su extensión, una
instrucción formal que enfatice el carácter sagrado de los derechos humanos y el
papel idóneo del estamento militar en una sociedad democrática." (The Washington
Post, 23 de mayo de 1994)
En marzo, Charles Call, de la Oficina en Washington sobre asuntos de América
Latina, fue invitado a hablar sobre lo que es derechos humanos en la Escuela de
las Américas. Al respecto, Call dijo: "A pesar del nuevo lenguaje tocante a los
derechos humanos y la democracia, los entrenadores militares estadounidenses
aparentan no creer realmente en estos ideales. El coronel José Feliciano, el
entonces comandante de la Escuela, exhibía en su oficina una carta de 1991
enviada por el general Augusto Pinochet, el exdictador chileno que se convirtió
en un modelo para la represión cruel, junto a una espada que también fue
regalada por él." (Miami Herald, 9 de agosto de 1993)
En una carta abierta enviada al Columbus (Georgia) Ledger Enquirer, 20 de julio
de 1993, el comandante Joseph Blair, antiguo instructor de la Escuela de las
Américas, declaraba: "En mis tres años de servicio en la Escuela, nunca escuché
nada sobre objetivos tan excelsos como los de promover la libertad, la
democracia y los derechos humanos. El personal militar de América Latina vino a
Columbus en busca de beneficios económicos, oportunidades para comprar bienes de
calidad exentos de los aranceles de importación de sus respectivos países, y por
transportación gratuita, pagada con el dinero del contribuyente
estadounidense..."
De acuerdo con el representante Martin Meehan (demócrata de Massachusets), "Si
la Escuela de las Américas decidiera celebrar una reunión de exalumnos, reuniría
algunos de los más infámes (infames) e indeseables matones y malhechores del
hemisferio." Entre los graduados de la Escuela se encuentran el general Manuel
Noriega, ex-presidente de Panamá, que ahora se encuentra en una prisión federal
de los EE.UU. por estar involucrado con el narcotráfico; el general Hugo Banzer,
brutal dictador de Bolivia (1971-1978) que en 1988 fue admitido al salón de la
fama de la Escuela de las Américas; Roberto d'Aubuisson, líder de un escuadrón
de la muerte; el general Héctor Gramajo, exministro de defensa de Guatemala, y
arquitecto de políticas militares genocidas en la década de 1980; y Leopoldo
Galtieri, exlíder de junta argentino, que supervisó los últimos dos años de la
"guerra sucia" de ese país, en los cuales fueron torturados y asesinados 30.000
personas sospechadas de ser disidentes.
Entre los perpetradores de atrocidades y violaciones a los derechos humanos que
aparecieron en el Informe sobre El Salvador de la Comisión de las Naciones
Unidas por la Verdad, figuraron de manera prominente personas graduadas de la
Escuela de las Américas.
Asesinato de Romero. 3 oficiales citados, 2 son graduados de la Escuela de las
Américas.
Violación y asesinato de dos religiosas estadounidenses. 5 oficiales citados, 3
son graduados de la Escuela de las Américas.
La masacre de Mozote. 12 oficiales citados. 10 son graduados de la Escuela de
las Américas.
La masacre de 6 jesuitas, la ama de llaves y su hija adolescente. 27 oficiales
citados, 19 son graduados de la Escuela de las Américas.
El Salvador es solo un pedazo de la vasta historia de la Escuela. Veamos lo que
dice la revista Newsweek, 9 de agosto de 1993: "Un trabajo de investigación
sobre la Escuela de las Américas por parte de Newsweek, puso al descubierto
cientos de no tan honorables graduados--algunos eran malhechores
insignificantes, y otros militares de alto mando. Por lo menos seis oficiales
peruanos, vinculados a un escuadrón de la muerte que el año pasado mató a nueve
estudiantes y un profesor en una universidad cercana a Lima, eran graduados de
la Escuela. Cuatro o cinco altos oficiales hondureños, acusados en un informe de
1987 de "Americas Watch" de organizar un secreto escuadrón de la muerte
denominado Batallón 316, fueron entrenados allí. El año pasado una coalición de
grupos internacionales de derechos humanos emitió un informe en el que
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