La Evaluación, El Impacto Desde La Perspectiva Metodológica.
Enviado por yoskari • 20 de Enero de 2013 • 2.093 Palabras (9 Páginas) • 1.915 Visitas
La Evaluación, el Impacto desde la Perspectiva Metodológica.
La evaluación es el proceso sistemático de recolección y análisis de la información, destinado a describir la realidad y emitir juicio de valor sobre su adecuación a un patrono o criterio de referencia establecido como base para la toma de decisiones.
Tomando en cuenta la definición anterior, se puede decir que la evaluación de impacto hace referencia a la actividad técnica que busca a través de procedimientos metodológicos rigurosos definir los resultados dentro del ciclo de vida de un proyecto: antes de emprender un proyecto, durante la marcha de este, o más tradicionalmente al finalizar este.
En este sentido, se hace referencia de varios conceptos:
Entendemos por evaluación de impacto de un proyecto social al proceso de identificación, análisis y explicación de los cambios o modificaciones que, en función de un problema social, se hayan producido en las condiciones sociales de la población-objetivo y en su contexto, como consecuencia de la aplicación del proyecto que se evalúa.
La evaluación de impacto mide los cambios en el bienestar de los individuos que pueden ser atribuidos a un programa o política específica y sus objetivos son proveer información y ayudar a mejorar su eficacia.
La relevancia que se atribuye a la evaluación de impacto se debe a que permite reflexionar sistemática y fundamentalmente acerca de si un programa social está cumpliendo con los propósitos esenciales para los que fue creado, propósitos que normalmente están referidos a determinadas mejoras en las condiciones de vida de la población a la que está destinado.
Aproximación a la Noción de Evaluación de Impacto.
En las pasadas décadas y sobre todo desde los años noventa, se ha hecho común la preocupación en círculos académicos, institucionales y políticos acerca del impacto de las políticas y programas públicos, sean estos económicos, ambientales, institucionales o sociales. En este último caso, la problematización ha sido particularmente acentuada y se ha referido, tanto al impacto social de políticas o programas públicos, como al impacto de programas o políticas sociales. Es sobre estos tipos de impacto, y en especial sobre el último de los mencionados, en los que se concentrará el abordaje conceptual que exponemos a continuación.
La definición más frecuente y aceptada de impacto social y/o de impacto de los programas y políticas sociales, está relacionada con los efectos netos que tiene una intervención social en una población determinada. En el caso de los proyectos y programas sociales específicos (como las Misiones) se valora, especialmente, el efecto neto que tienen en la población beneficiaria, usuaria o participante Con la determinación de los efectos netos se pretende identificar y «aislar» los cambios (favorables o no, esperados e inesperados, directos e indirectos) en las condiciones de vida de una población, que son específicamente atribuibles a un programa o política determinados.
Ello los distingue de los efectos «brutos» en esas condiciones de vida, producidos por una multiplicidad de factores, además y aparte del programa o política social que se examina.
Por evaluación de impacto se entiende —en sentido estricto— el estudio exhaustivo, sistemático y riguroso de esos efectos netos. Esta evaluación, al determinar estos efectos propios de un programa o política permite saber, también, qué habría ocurrido en las condiciones de vida de la población en ausencia de dicho programa. Por ello se dice que este tipo de evaluación es un estudio eminentemente contra factual (BM, 2000).
Modalidades de Evaluación:
Una evaluación debe ser a) formativa; b) preferentemente externa, aunque con participación de las partes implicadas o afectadas; c) global; y d) plural desde la perspectiva metodológica.
Algunas Modalidades
La evaluación formativa.- es la realizada durante la aplicación del programa. Busca valorar el proceso de implementación y desarrollo del programa, con el propósito de ayudar en su marcha o mejorar lo que se está haciendo.
La evaluación sumativa.- es la realizada una vez finalizado el programa. Busca valorar los resultados o efectos conseguidos por un servicio o programa ejecutado, con el propósito de juzgar si debe mantenerse o darlo por terminado.
Puesto que los programas y servicios son procesos complejos y de largos períodos de desarrollo, es necesario, para su optimización, realizar una evaluación formativa permanente. Con este tipo de evaluación es posible identificar los aspectos que deben modificarse para la mejora del programa y aplicar inmediatamente las recomendaciones e indicaciones que se van elaborando por parte de los evaluadores.
La evaluación interna.- es la realizada desde dentro por los profesionales de la misma institución responsable del servicio o programa objeto de evaluación. Cuando la evaluación es realizada por profesionales implicados en la gestión del programa, estamos hablando de autoevaluación.
La evaluación externa.- es realizada desde fuera por profesionales que no pertenecen a la institución responsable del servicio o programa objeto de evaluación.
Se debe tener en cuenta que la autonomía del equipo evaluador se ve afectada por el tipo de evaluación elegida.
La evaluación interna y externa son modalidades complementarias. Las características de una y otra aportan más en distintos momentos del desarrollo del programa o servicio. La evaluación interna, por ejemplo, está más indicada para la evaluación de procesos, mientras que la evaluación externa, está especialmente indicada para valorar resultados.
La evaluación de necesidades.- es la primera modalidad que debería desarrollarse, pues, al detectar y valorar las necesidades, hará posible el diseño y planificación del programa o servicio.
La evaluación del diseño.- puede realizarse en el mismo momento del diseño o planificación o posteriormente. Es recomendable lo primero.
La valoración de la evaluabilidad.- determina, en base a la evaluación del diseño, si el programa es o no evaluable, en base a ciertos requisitos metodológicos.
La evaluación de ejecución o proceso.- consta de las siguientes sub modalidades:
• Evaluación de la cobertura.- analiza cuantitativa y cualitativamente el volumen y las características de la población atendida por el programa.
• Evaluación del esfuerzo.- determina las ratios existentes entre los recursos y la cobertura poblacional.
• Evaluación de proceso.- analiza las actividades desarrolladas y el tiempo de intervención.
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