La Existencia del Alma

LA EXISTENCIA DEL ALMA

La palabra “alma”, es una palabra que no tiene una explicación “entendible” dentro de la ciencia; y que por lo tanto solo puede ser utilizada por los pastores, sacerdotes, maestros, filósofos, religiosos, feligreses, novicias, etc.

Por lo general, se adhiere que el alma es el componente espiritual de los seres vivos. Que tal vez ésta incorpora el principio vital o esencia interna de cada uno de esos seres vivos, gracias a la cual éstos tienen una determinada identidad, no explicable a partir de la realidad material de sus partes.

A lo mejor el “afirmar” que el alma de veras existe puede ser algo contradictorio; en mi opinión yo creo que cada ser humano posee una existencia física y espiritual; pero que lo físico como todos sabemos, pues es lo único visible y por lo tanto es lo que solemos cuidar y valorar más de modo personal.

Platón, por ejemplo decía que “el alma es la base de la existencia”. Pero ¿será cierto que es éste es el único “lugar” en el que el hombre necesariamente debe mostrarse siempre sincero para consigo mismo y en el que nada se puede ocultar, aunque haga lo imposible?

A raíz de ésta apreciación, quizás se podría deducir también que es el conocimiento y la sabiduría que todos como seres humanos tenemos y vamos adquiriendo día a día, lo que fortalece nuestra alma y por ende nuestra existencia.

Bueno, mientras que éste dilema se define; la mayoría de los estudiosos por ejemplo que analizan la conducta humana hacen referencia a la conciencia, que no se ve al igual que el alma, relacionándola con el cerebro; analizando las emociones y los sentimientos que tampoco son visibles ante nuestros ojos;

evalúan el carácter y lo relacionan con nuestra conducta; estudian la personalidad y la asocian con nuestros rasgos corporales.

En la actualidad; además, muchos individuos persisten en imponer personalidades que no les corresponden, pero cada vez más y más personas están desarrollando ciertas características que les permiten percibir la realidad. Son habilidades con las que sienten el alma individual o el “campo energético” de otros, reconociendo con ello lo que en verdad sienten, piensan, hacen, hablan…

En otras palabras, lo que están percibiendo es la configuración individual que funciona en cualquier parte como un patrón conductual o una firma operacional con la que se identifica cada ser.

Ahora, siguiendo con nuestro tema sabemos también que hay gente bastante creyente de acuerdo a lo dicho en “fantasmas” y cosas por el estilo, pues bien, sepamos que posiblemente las apariciones de vivos y las de muertos, presentan una perfecta analogía en sus manifestaciones. El fantasma de un hombre es casi siempre idéntico al de un espíritu desencarnado, e imposible de distinguir por los caracteres físicos solamente; esta identidad demuestra con certeza la

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