La Familia

Carta de san Ignacio de Loyola a un educador de hoy

Descripción

La autora se imagina como sería una carta escrita por san Ignacio de Loyola a un educador del mundo moderno. En ella intenta dar algunos consejos que, cuales considera él pudo haber dado para ser buenos educadores; la forma de cómo se debería comportar un educador con sus alumnos, las búsqueda de estrategias para que el estudiante no pierda interés y el impacto que tiene el educador en sus alumnos. Por lo tanto en su texto presente ideas de cómo debería ser la educación en las entidades educativas. La forma del mejoramiento de la educación por parte de docente y estudiante, rompiendo el paradigma que se evidencia en los salones de clase.

Contenido

A través de una carta imaginaria de San Ignacio de Loyola, la autora narra en su escrito cómo y cuándo inició el proceso de enseñanza para ayudar al prójimo. Basada en documentos escritos por el propio Ignacio de Loyola, intenta dar una breve explicación y reflexión a los educadores de hoy; donde se manifiesta, cómo deberían actuar y ser al momento de brindar su conocimiento a los alumnos.

En los primeros apartes la autora resalta que en la época actual la enseñanza no tiene el mismo valor en la sociedad. Habla de un mundo con un sistema que está encaminado hacia el mercado lo cual provoca desigualdad e injusticia entre las personas; por lo tanto hacer un llamado a los educadores y transformar la realidad social. Para ello, el primer paso es escuchar al alumno ya que él también puede enseñar algo.

El escrito nos muestra, que la utilización de la experiencia por parte del educador ayuda a implementar unas estrategias con las cuales el alumno puede adquirir nuevo conocimiento y se motiva a investigar. Para que se mantengan en constante aprendizaje y así esto se vuelva de su diario vivir.

No hay que oír solo la voz del maestro también la de sus alumnos evitando que se ahoguen en un plan doctrinal. Ya que también se puede aprender de los alumnos así como ellos aprenden del profesor. El amor ayudará a que los estudiantes sientan que están hechos para realizar grandes cosas para así construir un mundo nuevo.

Como educador es bueno animar al alumno a superarse, a crear metas que el supere para salir de la mediocridad. No hay que evaluar al alumno con tensión e inquietud, sino de una forma libre y tranquila para así maximizar todos sus dones y ponerlo al servicio de todos.

El profesor puede ser la persona que hace nacer el amor por el estudio o no, por lo tanto, se debe transmitir el entusiasmo por el estudio. Una persona no puede enseñar si ha dejado de adquirir conocimiento no hay que perder la identidad. El compromiso es formar personas que desarrollen los valores de solidaridad y gratitud. La labor es difícil por lo cotidiano puede

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