La Globalizacion En La Era Moderna

TEMA: LA TRANSMUTACION DE LOS VALORES EN LOS JOVENES EN LA ERA DE LA GLOBALIZACION

INTRODUCCIÓN

“A los hombres se le mide por sus valores y no por sus riquezas”

Distinguidos miembros del jurado que integran este honorable jurado calificador, apreciables maestros que nos acompañan y que sin ustedes, la fuerza de la razón representada en altas esferas por medio de la palabra, no sería posible. Compañeros participantes, águilas del verbo y de la palabra, público que me escucha me presento hoy ante ustedes, para reflexionar un tema que considero prioritario en estos tiempos:LA TRANSMUTACION DE LOS VALORES EN LOS JOVENES EN LA ERA DE LA GLOBALIZACION

INTRODUCCIÓN

La formación de valores cobra una importancia capital en estos momentos, pues a escala mundial constituye una preocupación la pérdida de valores que se aprecia hoy en día en todas las naciones. Muchos investigadores coinciden en que es imprescindible atender a la formación y fortalecimiento de los valores morales en el hombre, y especialmente en las jóvenes generaciones.

El conocimiento de la vida, puede contribuir a la formación de valores en niños y adolescentes. Sus ansias de saber, su honradez, honestidad, sencillez, responsabilidad, laboriosidad, colectivismo, solidaridad, humanismo, patriotismo e internacionalismo, valores que lo caracterizaron toda su vida.

La globalización neoliberal y sus consecuencias para la humanidad y sus efectos económicos, y sociales, la agudización de los problemas globales, la crisis económica mundiales, han contribuido al deterioro y al cambio de los valores a escala mundial. Esta problemática afecta de manera especial a la niñez y a la juventud, reflejando a través de la pérdida de valores, los problemas sociales más acuciantes del mundo de hoy. Nuestro país sufre las consecuencias de los problemas antes mencionados, lo que se ha manifestado por el debilitamiento y pérdida de valores en algunos sectores sociales.

DESARROLLO

Si nos planteamos el alcance de los valores éticos en la actualidad podemos percatarnos, sin grandes dificultades que nos estamos enfrentando a un problema de crisis de valores y que la misma está afectando, particularmente, a los sectores más jóvenes. Más allá del tópico, la crisis de valores amenaza a la sociedad de nuestro tiempo y, por tanto, conviene preguntarse cuáles son las medidas que puedan aplicarse para evitar, que de continuar esta tendencia, se produzcan daños irreparables en los comportamientos éticos y solidarios que se reclaman de cualquier sociedad civilizada.

No hay día en que se oiga en un medio de comunicación la letanía “se están perdiendo los valores” o “los jóvenes de hoy ya no respetan nada”, “frases” que todo el mundo parece aceptar y que sirve, entonces, para introducir toda clase de falacias estadísticas: como que los jóvenes de ahora son más violentos que los de antes, o que la sociedad en general está sumida en decadencia moral.

La globalización es un gran mercado que envuelve en todos los aspectos de la sociedad, en lo económico, político, religioso y social y que influye de una u otra forma en el quehacer de la población. La pérdida de valores por el fenómeno de la globalización es un tema que está en el tapete, ya que la sociedad le atribuye a este proceso que la sociedad cambie su forma de comportamiento, la desintegración familiar, la desunión y sobre todo una descomposición de los y las jóvenes por la transculturización y la pérdida de identidad. Ante el escenario de incertidumbre moral en el que muchas familias han estancado su realización y en un círculo que gira en torno a modas, gusto, publicidad se hacen visibles a grandes niveles y facetas los efectos nocivos que el cataclismo de valores por el que atraviesa losjóvenes hoy en día, ha inyectado en el sistema social comprendido en su todo, es impredecible hacia donde conducen a las familias los fuertes vientos de elecciones que traen consigo la imposición de culturas que carcomen las particularidades originales de cada una de las culturas que sufren alteraciones graduales. Sin embargo, afortunadamente muchas familias enfrentan los retos de la globalización con una conciencia clara de que no se puede prescindir de los valores, por buenos y naturales que aparenten ser los argumentos estratégicos de aquellos que intentan a través de redes mundiales plantar sus intereses sobre todo. No se trata de excluir todo, calificándolo como malo, sino de abrir los

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