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La Iglesia en Oceanía


Enviado por   •  18 de Octubre de 2012  •  Ensayo  •  1.521 Palabras (7 Páginas)  •  507 Visitas

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Los desafíos que debe enfrentar el continente Oceánico en este tercer milenio que comienza, son:

• Una avanzada industrialización en Australia en Nueva Zelandia con una creciente urbanización.

• La secularización, la difusión de los medios de comunicación y el relativismo moral que atenta contra la familia y la educación.

• El choque entre la cultura tradicional y la modernización.

• La globalización y los problemas de carácter moral que provoca

• El turismo cada vez más en aumento, justificado por espléndidas bellezas naturales, pero con peligros para los valores culturales y religiosos del lugar.

• La rápida difusión de la espiritualidad de la Nueva Era y de sectas con tácticas de proselitismo agresivo.

Se trata en gran parte de problemas universales de la actual "aldea planetaria". Sin embargo, presentan en Oceanía características y matices específicos.

La Iglesia en Oceanía

La población total de este continente es de casi 25 millones de habitantes. La mayoría de ellos aún no han conocido la Buena Nueva de la salvación. Los católicos representan el 27% de la población. La gran mayoría son protestantes, y hay minorías hindúes, budistas y musulmanes.

El primer europeo que tocó las islas de Oceanía fue el portugués Magallanes en 1529 al servicio de España. Hubo episodios aislados de una acción misionera en el siglo XVII, pero no tuvieron éxito. A fines del siglo XVIII los ingleses reclamaron el dominio de varios territorios en los que transplantaron su civilización y lengua. Los primeros misioneros estables fueron los protestantes y durante muchos años no se permitió el ingreso a los católicos. Estos llegaron recién en 1827.

El mayor obstáculo que encontraron fue el concepto que los indígenas se habían hecho del hombre blanco como un explotador y sin escrúpulos. Esto provocó en ciertos casos reacciones violentas, y algunos misioneros regaron con su sangre los cimientos de las comunidades que estaban fundando. Entre ellos San Pedro Channel, marista francés en 1841, el primer santo y el Patrono de Oceanía y el beato Juan Mazzucconi, italiano, en 1855. El Padre Damián, misionero belga, murió leproso en 1889 a la edad de 48 años, entre los leprosos que curaba en la isla Molokai.

Nunca se valorizará suficientemente el heroísmo de los misioneros que han trabajado en este continente en condiciones muy difíciles, condenados a menudo a la soledad por falta de comunicaciones, y en el pasado, a rivalidades con los ingleses protestantes de varias denominaciones.

Entre los misioneros que han vivido, trabajado y muerto anunciando la Buena Nueva en este continente se encuentra el padre Damián Veuster, de nacionalidad belga. El trabajó en Molokai, una isla entre Honolulú y Hawai, donde vivían cientos de leprosos en la más absoluta miseria física y moral. Padre Damián se hizo leproso con los leprosos, con el fin de ganarlos a todos para Jesucristo. Murió consumido por la lepra y por una vida de entrega total.

Hay en la actualidad un buen número de misioneros que trabajan en este continente, pero no son suficientes para la gran tarea de la evangelización.

Las principales dificultades que ellos encuentran derivan de la misma configuración del continente, formado por innumerables islas.

o Para transmitir el mensaje cristiano a los diferentes pueblos de las islas, los misioneros deben aprender múltiples idiomas y dialectos.

o Para realizar las visitas a las comunidades deben viajar de una isla a otra cubriendo miles de Kilómetros sobre las ciguas del mar.

o Por otro lado este fraccionamiento impide los contactos y las comunicaciones entre las pequeñas comunidades cristianas que han ido surgiendo sobre todo en Australia y en algunas otras islas.

Estos heraldos del Evangelio que trabajan en condiciones particularmente difíciles, necesitan nuestra oración para poder seguir adelante en la implantación del Reino de Dios en Oceanía.

La Iglesia en un siglo y medio creció rápidamente y hoy cuenta con 7.760.000 de católicos, con 77 diócesis y 112 obispos (entre ellos 74 locales, algunos de los cuales son descendientes de aborígenes), 5.000 sacerdotes, 2.152 religiosos no sacerdotes, 12.137 hermanos, 231 laicos misioneros, 6.800 catequistas. Este cuadro estadístico nos muestra una Iglesia bien arraigada y con una estructura que permite mirar con esperanza el largo camino que aún queda por recorrer. Existen cuatro Conferencias Episcopales (Australia, Papúa, Nueva Guinea y Nueva Zelandia) que se agrupan en una Federación para reforzar sus vínculos de misión y organizar planes comunes.

Los católicos de Australia demuestran un auténtico espíritu misionero, y ofrecen una ayuda notable en el campo educativo y sanitario a sus vecinos de las islas del Pacífico. Actualmente hay 30 misioneros australianos en Papúa y Nueva Guinea, 30 en las islas Fiji y 90 en otras islas. También Nueva Zelandia envía misioneros.

Juan Pablo II, siguiendo el ejemplo de Pablo VI quien en 1970 visitó Australia y la isla Samoa, hizo cuatro viajes a las Iglesias de Oceanía: en 1981 a Guam donde beatificó al Padre Diego Luis de San Vitores, jesuita español martirizado en 1672 en las islas Marianas; en 1984 a Nueva Guinea y a las islas Salomón. En 1986 a las islas Fiji, ueva Zelandia y Australia, y en 1995 otra vez a Nueva Guinea para la beatificación del heroico catequista Peter To Rot quien dio su vida como testimonio de su fe durante la ocupación japonesa en la última guerra.

Hoy, de un total de 29 millones de habitantes, tan sólo 7 millones son católicos (un 24%). El 42% pertenecen a las iglesias protestantes, y el resto se divide en muchas religiones autóctonas

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