La Iglesia, mensajeros de Dios o manipuladores de la humanidad

La Iglesia, mensajeros de Dios o manipuladores de la humanidad.

Desde los inicios del pensamiento humano, el hombre se ha cuestionado muchas cosas acerca de lo que le rodea. ¿Cómo nací?, ¿Por qué estoy aquí?, ¿Qué hay después de la muerte?, entre muchos otros interrogantes, pero la evolución física y paralelamente a este, la de pensamiento, no han sido lo suficientemente concretos para darle respuesta a estas preguntas. De este modo, el mismo ser humano se ha encargado de inventarse teorías lo suficientemente convincente a su propia mente, con el fin de al menos satisfacer de momento, la necesidad del hombre de saber algo más sobre la existencia de sí mismo y su medio. De este modo nacen instituciones que regulan tales hipótesis,  particularmente, entre una de ellas, se encuentra la tan histórica y “majestuosa” Iglesia Católica.

La Iglesia Católica se ha encargado de enseñarle a la sociedad todas esas hipótesis que le han dado a los interrogantes antes mencionados, pero los medios usados por esta, han terminado destruyendo el verdadero mensaje que se quiere ofrecer, de este mismo modo nos ocultan información y nos engañan con datos que nos quieren entregar a su conveniencia.

Aristóteles, dice que “el hombre vive por naturaleza en sociedad”, pero tal pensamiento no se puede quedar allí, pues siempre debe predominar la voz de mando de un buen líder, aunque ¿Será que la iglesia es uno de ellos?, lo dudo mucho. La biblia, el libro donde están plasmadas todas las hipótesis del Cristianismo, dice textualmente “no mentiras” (Dt. 5. 13), pero en cambio, la Iglesia solo guarda secretos dentro de sus bibliotecas y no manifiesta lo que de verdad Dios quiere para nosotros, sumamente la verdad. Y no solo tal apatía por sus seguidores es la causa de las críticas sociales que se ha ganado la Iglesia, sino también por infundir en la mente humana, pensamientos egoístas e intolerantes sobre cualquier otro credo, haciendo de la paz una idea más utópica cada día.

La Iglesia se convierte en un camino erróneo de la sana convivencia, y lleva al ignorante a un sendero lleno de mas penumbras,  e incluso, hasta a llegar a confundir entre fe y beneficio, pues nos exponen que creer en ellos trae consigo lo segundo, cuando la verdadera fe sinceramente es con Dios, para así poder conseguir una recompensa satisfactoria.

En conclusión, el hombre es libre de pensar en lo que desee, en ningún momento se ha prohibido expresar lo que de verdad viene de su corazón. La Iglesia nos muestra una “verdad”, pero es decisión de cada uno aceptarla o no, teniendo en cuenta tanto los aspectos buenos y como los malos de esta organización, ya que el mensaje de Dios puede ser gratificante, pero la interpretación que nos brindan puede ser una cruel mentira. Somos personas en busca de un cambio y depende de nosotros mismo juzgar nuestra propia filosofía y consigo, ser los dueños de nuestras propias idea.

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