La Lectura Y La Reproducción De Textos Continuos
Enviado por btatagomez • 30 de Noviembre de 2012 • 1.174 Palabras (5 Páginas) • 1.525 Visitas
Introducción
Los seres humanos tenemos la capacidad de aprender fácilmente todo lo que se proponga, sólo es poner de su parte o como bien se puede decir tener la voluntad de adquirir nuevos conocimientos, ya que estos pasaran a hacer parte de nuestra vida; porque lo que aprendemos se adhiere a la persona provocando un cambio intelectual, que lo motiva a abordar nuevos procesos de sabiduría para aplicarlos en su día a día. Además el hombre es intelectual por naturaleza, tiene la habilidad de crear, innovar y la suficiente facultad para elaborar textos y darlos a conocer.
La lectura y la reproducción de textos continuos
Si bien es cierto, en épocas remotas cuando el hombre sin tener los medios cognoscitivos y tecnológicos, la necesidad de sobresalir y enfrentar el ámbito que los rodeaba, la naturaleza los fue dotando de sabiduría e inventar maneras de enseñanza, que implementarían y se darían a conocer en nuestros días; como lo fue el llamado Ábaco método para aprender a sumar cantidades pequeñas. De ahí que muchas de las civilizaciones crecieron y no sabían cómo registrar sus cuentas, lo que poseían los vio en la capacidad de crear figuras, sellos para asentar y llevar sus contabilidades, por eso la historia narra que el hombre primero aprendió a llevar la contabilidad de su bienes que aprender a leer y a escribir, mucho tiempo después se dio de cuenta que estaba escribiendo.
Así pues, nuestra vida son etapas de aprendizaje, se inicia la escuela con números, símbolos, coloreando, pegando imágenes y muchas otras cosas más, que se nos van gravando en nuestra mente, todo lo que se aprende a lo largo de la vida es ganancia, porque se está enriqueciendo el conocimiento y nadie te lo puede robar, pues este estará allí para aportarle o ser de ayuda a la sociedad.
Sin embargo, muchos creemos que sabemos leer y escribir, que el simple hecho de pronunciar letras, palabras, oraciones o textos, ya se está leyendo perfectamente, y ese no es el punto; saber leer implica entender, comprender, analizar con profundidad, desmenuzar en lo más profundo del escrito, es ir más allá de la imaginación, se dice que leer es adquirir conocimientos para utilizarlos con fines determinados.
La lectura y la escritura son actividades interdependientes, prácticas complementarias y recíprocas, escribir es ejercitar con especial rigor y esmero el arte de la lectura. Para escribir es necesario haber leído antes en una proporción mayor, haber interpretado los textos y encontrado en éstos los argumentos suficientes para ser tenidos en cuenta en el momento de iniciar el proceso de escritura. Los textos son leídos e interpretados dependiendo de la disposición anímica, la edad, las áreas de interés, las experiencias de vida y las lecturas anteriores.
Todas las personas tienen la capacidad para elaborar textos, de una u otra manera escribir hace que la mente se ejercite; se debe tener coherencia y cohesión al momento de elaborar un escrito, para que la persona que lo lea le sea fácil comprenderlo y entienda lo que el autor quiere dar a conocer.
Todo texto es una linealidad de signos que puede ser explicada a través de la observación y el análisis de la estructura interna a partir de la cual se ha constituido, como material homogéneo susceptible de ser observado desde sus elementos más mínimos -los fonemas- hasta la concepción del texto como una extensa frase (si se tratara de una novela, por ejemplo) que expresa una intención, como un discurso. El lector se puede conformar con develar la estructura sobre la que se sustenta el texto, tratarlo como un objeto sin mundo y sin autor, sin contexto, dar cuenta del conocimiento
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