La Muerte En El Pueblo Wayuu
Enviado por morelacolina • 6 de Septiembre de 2012 • 1.639 Palabras (7 Páginas) • 718 Visitas
EL RITUAL FUNERARIO
Ritual General
Para los Wayuu, los cementerios son lugares sagrados, porque allí reposan sus difuntos familiares. Los restos son cuidados por la familia por vía materna. Cada casta tiene su propio campo santo. Cuando se construye la bóveda en los cementerios, debe estar en dirección oriente-occidente, con la cabeza hacía el oriente para que pueda ver el sol caer en el horizonte.
La muerte natural es cuando un indígena se enferma de gravedad, y desde ese momento sus parientes empiezan a prepararse para cooperar en el velorio, en caso de que el sujeto muera. Al morir se les notifica a todos los ranchos cercanos y a los familiares más distantes. Todos enrumban hacia el rancho donde se está velando el cadáver. Uno de los allegados se encarga de recoger todo el ganado vacuno que el difunto tenía y lo acorrala. Si el difunto era pobre, sus parientes se las ingenian para poder obsequiar algo a los asistentes al velorio.
Entre tanto, se van colgando hamacas y chicorros en la enramada del rancho y en otros sitios apropiados, para los que asistan al acto. Se traen grandes tinajas de ron, y, mientras tanto, se degüellan varios carneros y se hacen las tajadas de carne, que serán distribuidas entre los asistentes. Los parientes del difunto no pueden comer, ya que se atiende primero a las personas visitantes.
Los familiares toman el cuerpo del difunto, lo lavan bien y lo envuelven en una tela llamada She>ii, y lo meten en un ataúd, que es un trozo grande de madera liviana, en el que se ha hecho exprofeso una cavidad, quedando en ese bloque de madera una figura como la de una caja mortuoria rústica. En ocasiones el cajón lo elabora un carpintero, de acuerdo con la utilización en la cultura occidental; y en otros casos, dejan el cuerpo en su hamaca, enrollado y atado. Después lo colocan en medio del rancho donde van a velarlo, que por lo general, es el mismo donde murió.
Si el difunto era de familia pobre, lo llevan al cementerio al día siguiente de haber muerto, si era rico, lo velan por días, y llegan las caravanas de veloriantes y se acercan al cadáver a llorar; quien no lo hace, no recibe la gratificación ritual. El que quiere permanecer allí todos los días del velorio, lo hará seguro de que no faltará ni el ron, ni la comida.
En lo que respecta a los hombres, son más raros los plañideros, y es más corto el tiempo que emplean para llorar, variando entre minutos y una hora. Los hombres se dedican, la mayor parte del tiempo para consumir ron (chirrinchi) y charlar, narrando sus aventuras y hazañas, cantando jayechi. A los tres o cuatro días de haber ocurrido el deceso, el cadáver es conducido a su última morada.
Cuando la familia no tiene cementerio propio, sepultan al difunto en la tierra cercana al rancho. Cabe destacar que aun hay indígenas wayuu que colocan en el ataúd bollos, arepas, frijoles, y aquellos elementos que al difunto le eran más gratos en vida.
Los hombres beben ron (chirrinchi) para despedir al difunto, hacen tiros al blanco haciendo cada asistente, especialmente los jefes, gala de su puntería.
Justifican que los bienes del difunto deben gastarse en el velorio para que sea debidamente honrada su memoria, porque si no, su alma inmortal mandará, desde la otra vida, epidemias que acaben con los animales, y el alma de esos animales viajaría para hacerle compañía a su antiguo dueño.
Comúnmente, después del entierro, desbaratan el rancho donde murió el pariente y lo van a construir en otro lugar distante, en prueba de luto y pesar. Desde entonces, jamás se vuelve a pronunciar el nombre del difunto; al hacer alusión a él, dicen: “el difunto era muy rico, muy bueno, montaba muy bien a caballo”.
Se podría esquematizar, para mostrar las frases rituales que cumple la familia del difunto, desde los instantes antes de la muerte, hasta su viaje definitivo hacia el lugar.
Ajala>ain, en los últimos momentos del wayuu, la familia más cercana se reúne a su alrededor para verlo y escuchar sus últimas palabras. Por lo general son consejos a sus familiares y a sus amigos más allegados.
O>utaa, en el momento en que pierde su vida. Inmediatamente se le da de tomar un frasco de chirrinchi, esto se hace para que el cuerpo no se descomponga rápido. Al morir, se deja el cuerpo aproximadamente por dos horas, es costumbre no llorarlo durante este tiempo, no se debe apresurar su preparación.
O>ojiraa-ane>eraa, el baño, lo hacen las personas o familiares que deseen hacerlo. Siguiendo unas normas que se deben cumplir, la persona que baña a alguien fallecido, no debe comer carne,
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