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La Naranja Mecanica


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2013  •  1.592 Palabras (7 Páginas)  •  362 Visitas

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Son muchos los temas tratados en “La Naranja Mecánica”. La familia, los amigos, el sexo, la culpa, el pecado, el perdón, el poder, el instinto, la humanidad, la sociedad, la política, la cultura, la religión, la libertad, etcétera, etcétera.

Creemos que el tema principal es que cada quien ve y representa el arte de diferente forma, lo que hace interesante esa película, es que Alex, el protagonista, cuando escuchaba música, en especial la novena sinfonía de Beethoven, en la representaba con violencia, pero no cualquier violencia, si no que tenía su estilo, su esencia, para hacer sus ‘vandalismos’, para golpear a las personas, incluso para llamar la atención de otras.

Pero unánimemente creemos que depende de cada individuo adaptarla a su propia vida, a sus propias vivencias pues, por sobre todo, la película nos invita a reflexionar acerca del “todo”, siendo ese “todo” diferente en cada persona.

Una de las características de esta obra, es precisamente esa, que tiene la cualidad de ser interpretada de diversas.

Es por ello que “La Naranja Mecánica” es una obra que, en cierta forma, reivindica a aquellos que no tienen un espacio en este mundo y que, al sentirse tan desamparados y solos, optan por dejarse llevar por sus instintos, instintos que con tanta facilidad condenamos pero nos negamos a entender.

Y pues bueno, empezaremos en haciendo el análisis por escena, en un principio observamos que se hace un zoom en los ojos de Alex, el protagonista, dándonos a notar que en uno de sus ojos tiene una enorme pestaña postiza. También podemos observar la mirada de Alex, que es una mirada profunda, extremadamente pensante y atractiva, subjetiva, y hasta un cierto punto seductora.

Nosotros interpretamos el adorno de su ojo –la pestaña- como la propia visión que él tiene del universo que lo rodea.

Observamos también que se encuentra rodeado de un grupo de “compañeros”, todos vestidos de blanco, dato curioso al tratarse de “delincuentes”, siendo que el color blanco está universalmente relacionado con la pureza.

Podemos observar que todos juntos están tomando leche de unas estatuas femeninas, precisamente de sus pechos, lo que nos hace pensar que el director quería mostrar una cierta dimensión de lujuria.

Podemos apreciar que los ataques que hacen este tipo de “drugs”, como así lo llama el director, es sólo es atacar por atacar, hacer daño por hacer daño, sin tomar en cuenta la debilidad de la víctima, de la imposibilidad de defensa que posee. Pero a los jóvenes no les importa. Con sus jocosos gorros y sus delicados movimientos, casi de ballet clásico, los jóvenes se deleitan con el sufrimiento de su víctima. En especial Alex se ve que lo disfruta muchísimo.

Después observamos una maravillosa escena de pelea: nuevamente tenemos que los protagonistas se enfrentan en una batalla armónica, como danzando, pero con un salvajismo bastante particular, casi un goce sexual al luchar con la banda enemiga.

Volvemos a detener la atención en la mirada de Alex: su sed de destrucción aumenta cada vez más y nada parecerá detenerlo. Mientras más vandalismos cometen, más se excita, más crece el deseo de Alex por hacer daño.

Alex demuestra que es todo un caballero, psicópata, pero un caballero a fin de cuentas. Sus gustos son refinados y hasta los crímenes los comete con elegancia, tiene su propio estilo, no lo hace como cualquier otro.

Nuevamente el ataque de Alex y sus secuaces estará acompañado por disfraces jocosos: aquellas máscaras con narices largas nos vuelven a demostrar que esto no es más que una diversión para ellos. Es su pasatiempo, y apara llevarlo a cabo qué mejor que hacerlo de la manera más “entretenida” posible.

Cuando violo a la mujer, eso aparte de muy cruel fue con ese cierto estilo que el tenia, y lo podíamos identificar porque cantaba, mientras golpeaba al señor, y cuando corto la ropa de la mujer, lo hizo con cuidado y sutileza.

Podemos notar que con su varilla “domina” a sus secuaces y les demuestra quién manda.

Nos llama la atención la habitación, de Alex, en donde confirmamos el carácter culto y burgués del protagonista: vemos un gigantesco cuadro de Beethoven, con una mirada profunda que alumbra el cuarto. Aquí nos damos cuenta de la naturaleza humana de Alex, quien al inspirarse con la música del compositor nos demuestra que es una persona con sentimientos. Este detalle es importante, pues luego nos daremos cuenta que, en el fondo, Alex es realmente la víctima de la historia. Lo mismo la mascota que posee, su boa: el cariño que Alex siente hacia ella confirma lo anterior, su profunda pero escondida humanidad.

Así como el edificio donde vive, se nota que esta como abandonado, sucio, pero hasta un cierto punto “lujoso”.

También se nos hizo muy raro que su mamá y la psiquiatra usaran pelucas.

Los

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