La Necesidad De Profundizar En Temas De Asesoría Familiar Y Gestión De Programas Para La Familia.

La necesidad de profundizar en temas de Asesoría Familiar y Gestión de Programas para la Familia.

Cada momento histórico descubre situaciones de crisis, condición que no es ajena al tiempo que nos ha correspondido vivir, y que reclaman acciones sociales de diagnóstico y de solución. Sin temor a caer en una equivocación, se puede afirmar que una línea común, a cualquier época, en la génesis y reparación de las circunstancias problemáticas es precisamente la familia. Tal como lo expresa Tomás Melendo: “No podemos negar que nos encontramos en medio de una profunda, plural y dilatada crisis, que es mucho más que económica. Quizá sea tan honda y preocupante, entre otros motivos, porque nuestra opulenta sociedad occidental lleva tiempo queriéndose cimentar, de manera exclusiva, sobre lo económico, que es tanto como decir lo material. Y, en efecto, las realidades materiales y económicas son importantes para construir el mundo. Pero no las más importantes.” Como bien lo expone Juan Fernando Sellés , lo económico o material, es decir, lo que se compra y vende se posee, pero no se es, justamente la familia tiene su raíz en el orden del ser, aunque se manifiesta en el orden del tener. Merecidamente la materialización y desarrollo (perfección) de esa maravillosa e inabarcable realidad de ser del ser humano, solo puede darse por, y a través de una familia.

Una aproximación al ser humano puede darse desde la mirada de la biología, la psicología, la antropología o la sociología, entre muchas otras ciencias y acercamientos, sin embargo, puesto que: “la máxima degeneración humana la encontramos en la degeneración familiar, que viene a ser la pérdida del nosotros que somos cada uno” se hace necesario hacer de la familia el objeto de estudio, tal y como lo plantea la Maestría en Asesoría Familiar y Gestión de Programas para la Familia, ofrecida por la Universidad de la Sabana, para implicar las más definitivas variables que logran definir y dar rumbo a la presencia del hombre . No se comprende un ser humano sin un referente familiar que da soporte a la historia biográfica que le hace ser lo que es, así como no se comprende una cultura o sociedad sin el referente de familia que atesora y encarna los valores y principios en ellas expresados. Es en el seno familiar el lugar donde el ser humano aprende a ser persona y el lugar donde aprende su finalidad existencial, el amor, preparándose así cada uno de sus miembros a hacer donación de su vida individualizada y sexuada, para de éste modo ayudar a otros, a ser lo que están llamados a ser.

Solo conociéndonos podemos gestionarnos y el conocimiento pleno de la esencia humana se facilita por naturaleza en el marco familiar y en el entorno esperanzador de confianza que se concibe a través de ella. Cuando el futuro se ve prometedor se proyecta más fácil la consecuencia de los actos del hoy, y de manera más acertada se logra la autodeterminación o autoconstrucción a la que estamos llamados los seres humanos. De manera contraria cuando se siente que el futuro es incierto se tiende a vivir el hoy, ahora y sin proyección de resultados.

Del conocimiento de la naturaleza y las características de la familia funcional, así como de las distintas etapas del ciclo vital familiar, se proyecta la perspectiva del deber ser individual y colectivo de los fenómenos humanos, como también la comprensión de las “patologías” sociales y personales que se derivan de las interacciones provenidas de familias disfuncionales. Lograr una intervención reparadora, o por lo menos ordenadora, en esa dinámica nociva, es otra de las motivaciones que tengo para optar a la Maestría.

Aplicar el aprendizaje y la identificación de las tareas básicas familiares, según las etapas

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