La Oralidad Y La Inmediación

La oralidad y la inmediación

El procedimiento más conveniente para hacer efectiva la inmediación es la oralidad, porque ésta es el medio originario de comunicación entre los seres

humanos. Pero aparte de esto la oralidad impone la inmediación, porque al no quedar documentado en actas los elementos de prueba, los jueces serán los que necesariamente deberán tener contacto personal con los elementos de convicción (Cafferata, 1980, 70).

Uno de los vicios resaltantes del juicio escrito es la delegación, el cual queda desterrado con la inmediación. Si quien tiene la obligación de sentenciar, el juez, es quien recibe directamente la prueba, mal puede encargar a funcionarios subalternos de la redacción de los fallos. En el sistema escrito basado en actas que son realizadas por otros funcionarios, que reflejarán lo que éstos quisieron recoger de la prueba, es fácil encargarlos también de hacer las sentencias y autos (llamados eufemísticamente “proyectos”), pues al existir actas que recogen las resultas de las pruebas (al existir expediente), cualquiera puede leerlas y sacar su personal conclusión, sustituyendo a la figura del juez.

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La oralidad y la identidad del juzgador

Ya nos referimos a la imposibilidad de delegar en un proceso oral que causa automáticamente la inmediación. Otra consecuencia relacionada con la inmediación es la identidad del juzgador: sólo el juez que recibió la prueba puede sentenciar el asunto. En el proceso escrito el juzgador inicial puede ser sustituido por otro. Por ejemplo, si un juez se retira del tribunal por enfermedad o vacaciones, podrá ser reemplazado por otro, y sin importar el grado en el cual se encuentra la causa, al finalizarla podrá decidir lo pertinente. La razón de esto es la misma que permite el vicio de la delegación antes anotado: todas las pruebas están en actas que conforman el expediente y con su lectura deberá darse por enterado quien va a decidir. En el proceso oral esto es imposible pues no hay manera de enterarse de los elementos de convicción, sino estando presente para cuando se presenten las respectivas pruebas

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