La Otra Cara De Un Chofer

La otra cara de un chofer

Levantarse todos los días a las 5 de la mañana resulta muy tedioso para Lorenzo Manrique, un padre de familia de 45 años, quien lleva trabajando como chófer en la empresa ¨Sarita Colonia¨ de la ruta Lima-Chosica por 20 largos años.

Se inició desde muy joven a los 25 años, sin haber culminado sus estudios universitarios Manrique no tuvo otra opción que dedicarse a manejar combis, para poder mantener a su primer hijo, es así como empezó su ocupación de chofer y con el tiempo por falta de dinero su pareja decidió ayudarlo.

Lorenzo y Elizabeth trabajan juntos 8 horas desde las 5 de la mañana hasta las 2 de la tarde, que equivalen a 2 vueltas de Chosica hacia Lima y no tienen día de descanso, pues ellos afirman que todas las fechas se debe obrar arduamente y de esa manera generarán más ingresos.

Al amanecer, cuando la luna aún sigue en su resplandor, Lorenzo Manrique quien aparenta tener más edad debido a las ojeras y arrugas en el rostro que cada día son más notorios, se levanta al sonido del despertador para dar inicio a su rutina de trabajo.

Elizabeth Ramírez, su esposa, madre de 3 hijos, ayuda a Lorenzo en su travesía por la carretera como cobradora de la misma cúster que conduce su esposo, ellos se enfrentan a decenas de problemas como la congestión vehicular, los pasajeros imprudentes, y los accidentes de tránsito.

Solventar los gastos económicos en su familia le resulta muy difícil, porque hay días que se puede ganar hasta 150 soles diarios y otros 60 soles o hasta 40 soles, sin contar el pago por el alquiler del autobús.

Trabajar de esta forma no es nada fácil, pero tampoco difícil, pues si uno no prepara su futuro, pues se tiene que atener a las consecuencias, de lo contrario hay que saber sobrepasarlas y conseguir mejorar su futuro.

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