La Reforma Energética en México ¿Privatización o fortalecimiento de Pemex?

Elección del tema

Privatización del sector energético mexicano.

Planteamiento del problema

La Reforma Energética ¿Privatización o fortalecimiento de Pemex?

Objetivos:

Describir y analizar:

• La situación actual de la industria petrolera nacional.
• La estructura y funciones del estado mexicano además de su forma de financiamiento.
• La importancia de los ingresos petroleros en las finanzas del país.
• La evolución de Petróleos Mexicanos y los efectos que la reforma traerá a su organización y operación.

Todo esto con el propósito de valorar las opciones que se tienen para su modernización y aportar elementos que sirvan para una mejor comprensión de los riesgos y aprovechamiento de los beneficios.

Justificación del tema.

En los últimos años el gobierno mexicano ha querido convencer a la ciudadanía de los beneficios de la Reforma Energética con promesas de un futuro mejor, más empleo, mayor crecimiento, menores costos de energía. Sin embargo esos beneficios se ven sobrecargados de principios ideológicos erróneos y omiten una reflexión previa sobre la circunstancia actual del sector y mucho menos de las consecuencias que podrían obtenerse de aceptar cualquiera de las posibilidades de la reforma.

Por esto es de suma relevancia, con el fin de aportar bases teóricas al debate y a la toma de decisiones ante esta reforma, el conocer y analizar a fondo los rasgos más significativos de la industria, además de repasar los principios que cualquier reforma debería de considerar.

Asimismo debe considerarse la historia y desarrollo de Petróleos Mexicanos así como su importancia como fuente del financiamiento del gasto público y su relevancia como promovedor único de hidrocarburos e por lo tanto, promovedor de insumos y materias primas fundamentales para las diversas ramas industriales y de servicios.

Antecedentes Históricos

Petróleos Mexicanos es un orgullo para todos los mexicanos, ya que simboliza la manera en que un gobierno demostró su valentía al enfrentarse a los gigantes monopolios internacionales que explotaban el petróleo de México.

La expropiación petrolera no fue nada fácil pero gracias a ella se creó una industria que buscaba impulsar la industrialización del país, pero ese avance logrado se perdió debido a los malos manejos la mayor parte del siglo XXI, Pemex fue perdiendo capacidad en la toma de decisiones propias y termino bajo el poder ejecutivo, que lo explota al máximo y no le provee los recursos necesarios para que pueda renovarse.

Por estotodos los mexicanos tenemos la obligación de reflexionar sobre el destino de Petróleos Mexicanos, así como descubrir cuáles serían los mejores planes para conservarla como una de las mejores empresas mexicanas con calidad mundial.

Historia de la industria petrolera en México

El petróleo, desde tiempos de la colonia hasta la Independencia de México, siempre ha sido propiedad de la nación. Sin embargo, es en la dictadura de Porfirio Díaz cuando comenzó la exploración petrolera (1901). Se tenía la visión de que para ayudar al país se tenía que dar lugar a una amplia explotación extranjera, por ello, el gobierno favoreció a los aventuristas y capitalistas extranjeros para la extracción del petróleo, otorgando permisos de exploración y explotación, así como exentando al capital de la industria petrolera de todo impuesto.

Al inicio la producción del petróleo era muy modesta, con 10,345 barriles, pero esta comenzó a aumentar en 1911, llegando a producirse hasta 193, 397,587 barriles en 1921, esto es la cuarta parte de la producción mundial. Las compañías que realizaban esta producción gozaban de grandes privilegios para su desarrollo y expansión, entre las cuales se pueden contar las franquicias aduanales, la vasta producción petrolera del país, etc. Y todo ello sin pagar un solo centavo de contribución.

Fue hasta el triunfo de la Revolución Mexicana que los gobiernos posteriores encaminaron hacia el restablecimiento del petróleo como propiedad de la nación. En conjunto, estos esfuerzos se ven expresados en el párrafo 4° del artículo 27 de la constitución del 31 de Enero de 1917, promulgada el 5 de Febrero del mismo año, que expresa: “Corresponde a la nación el dominio directo de todos los minerales o substancias en vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos tales como… el petróleo y todos los carburos de hidrógenos, solidos, líquidos o gaseosos.” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2004).

Expropiación Petrolera

Este proceso tuvo su origen en una disputa de trabajo, pues dadas las condiciones lamentables de trabajo de los obreros mexicanos, desde 1934 diversos grupos de obreros se declararon en huelga pidiendo el aumento de sus salarios y de su calidad de vida.

El 20 de julio de 1936 se reunió la primera asamblea extraordinaria del sindicato de los trabajadores del petróleo, fijándose los términos de un proyecto de contrato colectivo para la industria petrolera, pero las industrias petroleras se negaron rotundamente, a esto estalo una huelga general en Mayo de 1937 terminando por la intervención del presidente Cárdenas, emitiéndose una sentencia que anunciaba que si el patrón se negaba a obedecer la decisión o la sentencia se daría por terminado el contrato de trabajo y quedaría obligado a indemnizar al obrero. Ante el incumplimiento de esta interposición el 18 de marzo de 1938, el Presidente Lázaro Cárdenas decreto la expropiación petrolera por causa de utilidad pública.

El decreto del 19 de Marzo de 1936 expresaba que de declaraban expropiados por causa de utilidad pública y a favor de la nación la maquinaria, instalaciones y edificios, oleoductos, refinerías y puertos de distribución, teniendo la secretaria de Economía Nacional la inmediata ocupación de los bienes. Esta ley no solo se creó para someter a las compañías petroleras a la obediencia, sino porque habiendo quedado rotos los contratos de trabajo entre las compañías y los trabajadores, las instalaciones debían ser ocupadas por el gobierno, si no, se paralizaría la industria y la actividad económica del país.

En esta etapa se comienza una batalla para la defensa de la postura mexicana, con la expropiación se contó con el apoyo de Hungría, España y cuba, mientras que toda América Latina grita sus felicitaciones por la expropiación petrolera. La reacción de Estados Unidos estaba dividida, por un lado se comprendía la situación que había obligado al presidente a expropiar las empresas petroleras. Pero los intereses petroleros encontraron como aliado al secretario norteamericano Cordel Hull, que acepto sus demandas y apoyo a la toma de medidas contra México. Como Roosevelt demostró una postura de no invadir México, se tomaron medidas económicas, como el unirse al bloqueo para que nuestro país no pudiera vender ni un solo barril de petróleo en todo el mundo, todo ello en un intento de desestabilizar al gobierno mexicano.

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