La Revolución Industrial británica en Perspectiva Global
Enviado por atenastoro • 2 de Julio de 2014 • Ensayo • 16.752 Palabras (68 Páginas) • 446 Visitas
La Revolución Industrial británica en Perspectiva Global: De qué forma el desarrollo moderno y el comercio fueron causas de la Revolución Industrial.
Robert C. Allen
Profesor de Historia económica. Departamento de Economía. Universidad de Oxford. 2006.
La Revolución Industrial es considerada uno de los puntos de inflexión de la historia humana. Sin embargo, ya no es considerada como un corte abrupto, como su nombre parece indicar, sino como el resultado de una expansión económica que comenzó en el siglo XVI. Sin embargo, el siglo XVIII representa un quiebre decisivo en la historia de la tecnología y de la economía. Los inventos famosos –la máquina de hilar, la locomotora a vapor, en lo sucesivo señalaron el proceso que los llevo a expandirse hacia el Oeste. El propósito de este ensayo es explicar por qué estos cambios se dieron en el siglo XVIII, en Gran Bretaña, y de qué forma este proceso transformó el mundo.
Esta última oración nos introduce a una cuestión nodal de este artículo, la cual es el carácter británico de la Revolución Industrial. Hasta décadas recientes, esto era axiomático: la revolución comenzó en Gran Bretaña con la invención de las fábricas textiles, el uso del carbón y el petróleo como recurso de energía en la industria del hierro y el perfeccionamiento de la maquina a vapor. El crecimiento económico en Europa se dio cuando estos avances comenzaron a difundirse y fueron adoptados.
Este esquema fue puesto en cuestión con la consolidación de los estudios nacionales los cuales indicaban que el crecimiento económico en Francia no era muy diferente que el de Inglaterra, a pesar de sus diferencias en la estructura económica. Esta fue la tesis de O’Brien y Keyder, los cuales afirmaban que había dos rutas de crecimiento en el siglo XVIII. Esta crítica ha tomado fuerza con el énfasis que se le ha puesto a la Revolución Científica, un fenómeno paneuropeo, presentado como la causa de la Revolución Industrial. Mientras que estas contribuciones nos ayudan a entender el proceso, nosotros preferimos afirmar que la revolución industrial fue fundamentalmente inglesa.
Explicar la Revolución Industrial es un problema para las ciencias sociales, y las formas de establecer la secuencia de eventos han sido presentadas como causas (Hartwell, 1967, Mokyr, 1999). El rol de la estructura política parlamentaria aseguraba los derechos de propiedad y la flexibilidad del sistema legal. De acuerdo a esta postura, los cambios dramáticos de fines del siglo XVIII pueden ser delineados hacia atrás, hasta la Revolución Gloriosa de 1688, en la cual quedó consolidado el Parlamento, el gobierno y la propiedad privada. Aparentemente, estos cambios legales crearon un clima favorable para la reinversión que hizo posible la Revolución Industrial. No obstante, esta interpretación tiene sus limitaciones: estudios de bancos e intereses no lograron detectar ningún quiebre estructural después de 1688, de manera que a nivel financiero la Revolución no puede encontrar respuestas. Los derechos de propiedad fueron un camino más seguro para el caso de Francia, China e Inglaterra. En este sentido, uno podría afirmar que Francia no llegó a un estadio como el de Inglaterra porque la propiedad era muy segura y estable. Proyectos rentables pueden no haber sido aplicados en Provence porque Francia no aplicó la política de los cercamientos, o la construcción de canales o peajes a lo largo del reino. La Revolución Gloriosa significó que “el poder despótico tenía lugar intermitentemente antes de 1688, pero siempre disponible después de esa fecha”. Finalmente, los impuestos eran más elevados en Inglaterra que en el otro lado del Canal. Sin embargo, una explicación sobre los avances tecnológicos deben tener más lugar que los debates constitucionalistas.
La Revolución Industrial fue fundamentalmente una revolución tecnológica, y un progreso mental en la idea de que solo se podía avanzar mediante el descubrimiento de fuentes de invención. Este tema ha sido abierto a economistas por las investigaciones de Joel Mokyr (1990, 2002), y yo voy a examinar estos puntos de vista en macro-invenciones, la revolución científica y en el avance industrial. Mientras Mokyr nos presenta el contexto social en el cual se desarrollaron las invenciones y la importancia del flujo de información, podemos aclarar nuestro conocimiento concentrándonos en las iniciativas impulsadas por los inventores y el contexto en el cual éstos operaron. Esta aproximación indica que la razón de la Revolución Industrial ocurrida en Gran Bretaña, en los siglos XVIII y XIX, no fueron elementos fortuitos, por el ingenio británico o el avance de la ciencia. Entonces cabe preguntarnos, ¿fue el avance de Gran Bretaña en la economía la que la hizo posible? Las tendencias en el desarrollo económico posibilitaron que Gran Bretaña fuera el motor de cambio e innovación. La Revolución Industrial, entonces, fue la reacción a la oportunidad.
Los sucesos comerciales dieron a Gran Bretaña la posibilidad de crear una estructura de salarios y precios que comenzaron a diferenciarlo del continente europeo y de Asia: en Gran Bretaña los salarios eran comparativamente altos y la energía muy barata. Los salarios y los precios fueron una razón fundamental para el avance de los siglos XVIII y XIX, y cuyo objeto era el de sustituir capital y energía de trabajo. No obstante, descubrimientos científicos y cultura científica no logran explicar por qué fue Gran Bretaña la precursora de un avance tecnológico de tal envergadura. Naturalmente, debe haber tenido condiciones para la revolución industrial, pero sin duda no eran suficientes: sin las características de los salarios y los precios, Newton podría haber producido un pequeño progreso económico en Inglaterra, como Galileo en Italia.
Había síntomas de la cultura popular británica que distinguían la región del resto de Europa, y esos rasgos –una gran alfabetización y fuerte desarrollo de las matemáticas- apuntalaron las invenciones del siglo XVIII. Estos no fueron movimientos autónomos, sino que fueron consecuencia misma del desarrollo económico que precedió a la revolución industrial y produjeron un aumento de los salarios. Subyacente a los avances tecnológicos, se encontraba la expansión imperial del comercio británico vigente desde el siglo XVII y mantenido durante todo el XVIII, que también influenció en el patrón de los precios. La política estatal mantenida en estos siglos se basaba en el Mercantilismo y el Imperialismo.
La conjetura de este ensayo es que la tecnología fue inventada por hombres para multiplicar la riqueza. Esta idea tiene grandes implicaciones: en primer lugar, se realizaron grandes inversiones para tener beneficios a largo plazo. Los descubrimientos técnicos se efectuaron
...