La Sociedad Que Espera- Reflexion

La sociedad que espera

La representación del mundo y los valores son una construcción que hace el humano desde la primera etapa de crecimiento en el seno familiar; éstos son infundidos por los padres, desde su postura de poder, guían hacia esas creencias de lo correcto o incorrecto, utilizando pautas por medio de premios y castigos a los comportamientos realizados. Desde allí se aprende a reconocer cómo funciona el sistema primario de inclusión en el mundo.

Luego, por medio de la escolaridad, como institución jerarquizada desde el Estado, donde la enseñanza es la base del aprendizaje; los individuos están insertos en la sociedad donde tienen que reconocerse frente a un entorno de iguales pensados como “otros”, y comienza una búsqueda de la propia identidad, con el poder que le brinda su conocimiento adquirido.

Las personas con un interés común se movilizan para lograr sus objetivos. Los campos son dinámicos; se produce una jerarquización entre quienes se adjudican el capital del conocimiento y aquellos que aspiran a tenerlo. Se aprenden valores, creencias y se entrelazan, con la representación que cada individuo crea, a partir de sus experiencias.

Desde el nacimiento el humano se relaciona con su entorno para satisfacer diferentes tipos de necesidades, y desde entonces estamos en, con, por y para las instituciones que estructuran nuestra visión del mundo; estructurante y estructurada basándose en el principio de hábitus de Pierre Bourdieu, es la generación de prácticas que están limitadas por las condiciones sociales que las soporta, es la forma en que las estructuras sociales se graban en nuestro cuerpo y mente, así se forman las condiciones de nuestra subjetividad . Estamos condicionados y nos manejamos según nuestro comportamiento; en éste “juego social” existen ciertas reglas por las que se pueden mover, según su posicionamiento y la pieza que le toca jugar. Limita estar en cierta posición, pero, dentro de lo posible, cada uno es capaz de decidir su propio movimiento.

También se utilizan muchos recursos para controlar a las sociedades, ya sea desde lo económico, religioso, político, etc.; en la nuestra, se impusieron formas de control a partir del miedo, provocando grandes cambios de los cuales fue y será una forma de pensarnos como argentinos; hoy, aprendiendo de nuestra historia, se utilizan los movimientos sociales como modo de expresión popular, en la cual se basan en un modo de relación y acción social. Aunque se sigue recurriendo al miedo, desde otro modo, para confundir y así poder controlar; como dice Roxana Regillo, “el miedo es una experiencia individualmente experimentada, socialmente construida y culturalmente compartida”. (2001).

Tratando de explicar la metodología del control social, lo que le puede pasar a un individuo, es vivida por la sociedad, a partir de los medios de comunicación, creando una sensación de inestabilidad;

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