La acción de la educadora

La acción de la educadora es establecer el ambiente, plantear las situaciones didácticas y busca motivos diversos para despertar el interés de los alumnos e involucrarlos en actividades que les permiten avanzar en el desarrollo de sus competencias. El ambiente en el aula proporciona en lo niños seguridad y estimulo en el cual los alumnos puedan adquirir las actitudes y las percepciones sobre si mismos y sobre el sentido del trabajo escolar que se encuentra en la base de todo aprendizaje valioso. Estimula la disposición a explorar, individualmente o en grupo, las soluciones a los retos que se les presenta una actividad o un problema, a optar por una forma de trabajo y valorar su desarrollo para persistir o enmendar.

Se denomina ambiente de aprendizaje al espacio donde se desarrolla la comunicación y las interacciones que posibilitan el aprendizaje. Con esta perspectiva se asume que en los ambientes de aprendizaje media la actuación del docente para construirlos y emplearlos como tales, esto implica que la educadora desarrolle un ambiente afectivo- social para la expresión de los sentimientos y actitudes positivas hacia los niños: calidez, apoyo, empatía, entre otros. La intervención docente es importante para fomentar un ambiente afectivo, establecer y mantener límites claros para la conducta de los alumnos así como la aceptación, amistad, participación y cooperación

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