La administración del tiempo

la administración del tiempo se asemeja a una constante en un simple convencionalismo, del cual cualquier persona se puede ver beneficiada por está o de contrariedad verse afectada al no saber estipular pautas y normas con las cuales regirse y organizarse para encontrarse en un contexto más conveniente y relajante donde no haya presión y estrés continuo.

Entonces se puede resumir la administración del tiempo como la optimización del rendimiento que se dispone, dejando así en evidencia que el tiempo es una simple medida; por ende lo que se llama ‘‘administración del tiempo’’, no es más que la gestión propia de la forma en la que se pueden desarrollar correctamente las cualidades de un individuo.

Venezuela cuenta actualmente con una cultura errática inclinada hacia la distorsión del uso adecuado del tiempo, siendo común que la comunidad opere de manera desordenada en cuanto al uso favorable (y respetable) del tiempo consigo mismo y con los demás; acarreando desequilibrio sistemático que llega a marcar la diferencia entre el progreso y desestabilización del país.

Es habitual encontrar individuos quienes se interesan o tienen la iniciativa para mejorar el tiempo en espacios personales o laborales, mas no tienen el concepto adecuado o previamente argumentado de la eficiente gestión para este arte, o un desempeño sagaz en las diferentes técnicas posibles de aplicar, conflictuando así un debate catódico que lleve a la desmotivación e incumplimiento del programa planteado.

Es bien sabido que este tema es uno de los más estructurados y comentados en ámbitos organizacionales y de negocios, aunque así sea uno de los menos aplicados y/o sabiamente manejados; por el desinterés en el estudio

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