La arquitectura de quatrocento

la arquitectura del quatrocento

En Europa con la expansion del conocimiento arquitectónico se vio beneficiada por los libros impresos los conocimientos antiguos no solo eran para los escritores humanistas, estos se encontraban en latín y no eran ilustrados lo cual no eran de utilidad para los arquitectos de la época, ya que para re crear los aspectos arquitectónicos eran necesarios tener las ideas plasmadas de los detalles en cuestión por lo que la aparición de los primeros manuales creando un abanico de ideas antiguas y modernas para expresarse.

León Battista Alberti, fue una gran influencia para Brunelleschi, como escritor y erudito en la literatura clásica ayudo a expandir la influencia en la arquitectura ya que con la ayuda de Gutenberg en su libro de Re aedificatoria, conjunto las ideas de Vitrubio.

Alberti utilizo los conocimientos adquiridos en sus propias obras arquitectónicas como lo fue la fachada oeste de Santa María Novella, en Florencia donde utiliza celebres volutas decorativas entre la nave central y las laterales que se convirtió en una características típicas del su diseño de iglesias. En el Palacio de Rucellai, introdujo variantes en la tipología edificatoria, Alberti adorno su alzado de tres plantas con tres niveles de ordenes arquitectónicos superpuestos, una referencia directa al coliseo romano.

Se utilizaron su diseño para la remodelación de la fachada de San Francisco de Rimini, donde trabajo como proyectista al solo participar con sus planos conforme avanzo el proyecto.

Su mejor proyecto fue la iglesia de San Andrés de Mantua, comenzada antes de su muerte y terminada 40 años después, un edificio de forma de cruz latina sin naves laterales con una cúpula sobre sus pechinas en el crucero de un grandioso carácter romano, que le da mayor énfasis a la fachada occidental con un arco del triunfo. A su vez es notable por su elegante interior donde se encuentra el fresco en donde se muestra una ciudad renacentista dibujada con un punto de vista.

Para Alberti a pesar de no ser un arquitecto de carrera muy prolija, la mayor aportación a esta fue el difundir las enseñanzas de Vitrubio, con la distribución de los ideales romanos, pero en la practica la implementación de la elaboración de maquetas y planos para la ejecución de las obras a través de terceros esto logro que el papel del arquitecto pudiera ejecutar de acuerdo a sus planes las obras, y como en el caso de la cúpula de Brunellesqui, las obras se encuentran atadas al nombre del arquitecto cosa que no paso en la arquitectura gótica, ello le dio mayor presencia al papel del arquitecto en el Quattrocento.

Bibliografía:

Bill Risebero, Historia dibujada de la arquitectura, Celeste ediciones.

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