La balanza es el símbolo más generalizado del juicio

2. La balanza es el símbolo más generalizado del juicio. Juzgar, es ponderar. Sopesar el pro y el contra, el bien y el mal, lo justo y lo injusto, la voluntad de hacer a cada uno su propio patrimonio, la equidad. Es igualmente el más antiguo puesto que Ma´at, la diosa egipcia de la justicia y de la verdad, tiene ya entre sus manos la balanza de Toth para sopesar las acciones humanas a través de corazón del muerte (al menos desde la IV dinastía, Antiguo imperio, 2575-2454 antes de Cristo). La pluma de Ma´at, asociada a su balanza, no ha cruzado los siglos. La versión moderna de la interpretación se filtra a través del foco de la razón de la iluminación, ya que la Dama de la Justicia pesa estos factores para otorgar un veredicto. La balanza implica un mecanismo, un proceso racional, demasiado peso (evidencia) en un lado de la balanza hará que el veredicto si incline por inocente o culpable.

La espada, que aparece en el siglo XII o en el siglo XIV, la remplazó; su origen es militar; es el atributo normal de la función guerrera, pues del poder: no muestra el camino correcto (o la rectitud del juicio), el simboliza el castigo (es un instrumento de decapitación), a menos que no exprese el imperio del juez: ordenar después de haber decidido, resolver después de haber sopesado la fuerza. La espada tiene una posición de estima en las ceremonias, aún hoy en día, ya que las personas que son nombradas caballeros son tocadas en sus hombros por una espada. La espada de la Dama de la Justicia imparte el concepto que la justicia puede ser rápida y final.

La significación de la venda, cuya aparición es ubicada a finales del siglo XV, es menos garantizada. La justicia, como el amor (Eros igualmente tiene los ojos vendados), es ciego. ¿Pero por qué? Para no ver sentencia de nadie, interpreta Ronsard. La interpretación es gratificante; ella señala la no aceptación de las personas en juicio, dicho de otro modo, la imparcialidad de aquel que juzga, la igualdad. Pero puede ser que la justicia es menos sentido que asuntos de impresión: “cerrar los ojos del cuerpo puede abrir los del alma”; no se arriesgue a ser engañado por la escoria de las cosas; conocimiento en lugar de ver. Considerando sólo los hechos en su balanza, la Dama de la Justicia no se molesta dejando que las impresiones emocionales de los acusados entren en la implícita ecuación. Todos son justos antes de los hechos del caso y el juicio de la justicia. No obstante, no todas las descripciones de esta figura son con una venda.

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