“La calesita más importante de mi vida” Residencia Pedagógica
Enviado por loren1979 • 5 de Mayo de 2019 • Monografía • 1.121 Palabras (5 Páginas) • 129 Visitas
“La calesita más importante de mi vida”
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Residencia Pedagógica
Molina Lorena del Carmen
Profesorado en Educación Primaria
Ifdc -San Luis
2018
Hace cuatro años decidí subirme a una calesita con la firme convicción que cada vuelta que daba me acercaba a la sortija tan deseada y estaba en mi ganarla con honor.
Durante cuatro años, la calesita giró y giró y al finalizar cada año, orgullosa de mis logros, tomaba la sortija plateada.
Hoy estoy dando la última vuelta, pero con un cúmulo de emociones, típica de la recta final, lo mismo que sentía cuando mi mamá me llevaba a la calesita y esta comenzaba a detenerse.
Y si, la calesita se detendrá y sentada en un caballo blanco comienza mi reflexión.
Entre tantas cosas que viví este año, hay una que me gustaría compartir porque me significó mucho.
Llegué a la escuela, ese día era mi primer día en el aula, llevaba en mi mochila una colección de ideas, apuntes donde recordaba cada aprendizaje que construí en las primeras vuelta de la calesita, como que los chicos construyan el conocimiento, aulas heterogéneas, aulas inclusivas, diversidad, ritmos ….
Me presente, la seño me ofreció sentarme en su escritorio, saqué mi cuaderno en donde escribiría todo lo que el aula me sugería: cantidad de alumnos, como se sentaban, como era el aula, que había en las paredes, como se relacionaban los chicos y lo más importante como era el proceso de enseñanza aprendizaje.
Con mucho entusiasmo comencé a escribir las primeras páginas: 14 estudiantes, niñas sentadas unas detrás de otras y otra fila de varones también sentados de a dos, como replicando algo parecido a la educación tradicional observación que, en clases posteriores se repitió y hasta incluso la docente en varias oportunidades increpó a chicos que no estaban sentados en ese orden.
Me presente, cada uno se presentó, dialogamos, me preguntaron ¿hasta cuándo estaría con ellos?, ¿qué iba a hacer yo allí?, y varias cosas más, luego, llegó el momento del diálogo con la docente también.
Grande fue mi asombro cuando de repente la docente comienza a decirme: estas dos, refiriéndose a dos niñas sentadas adelante, Camila y Ariadna, son las mejores no faltan, estudian, cumplen.
Estos tres (Facundo, David y Maycol) no los tengas en cuenta, bonitos no dan ni para atrás ni para adelante, ni te gastes solo ten la precaución que no te molesten en la clase, además tienen sobreedad, y así continuó el diálogo refiriéndose a otros estudiantes, pero quiero detenerme en esto que la docente dijo..
Aquel comentario, que más adelante se completó diciendo que a esos estudiantes ella no los va a hacer repetir ni rendir, que pasarán sin saber nada, que se hagan cargo en 6º, me movilizó y por unos segundos se me cruzó por la cabeza cuestionar esos comentarios a la docente, pero algo en mí me detuvo lo que no significó que no hiciera nada
Esa situación ahora la percibo como unas de las claves del éxito de mi residencia, porque me colocó en un lugar de autoreflexión, de autoevaluación, de cuestionarme qué clase de docente me gustaría ser, de qué pasa con esos niños, por qué se volvieron invisibles para esa docente y de pensar en estrategias para lograr que esos chicos mal caratulados por la docente como (sobre)edad se apropien de los conocimientos.
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