La característica de la sociedad moderna
Enviado por FANITAYLALITO • 17 de Mayo de 2014 • Trabajo • 911 Palabras (4 Páginas) • 383 Visitas
Sociedad contemporánea
Antes de tratar el tema que nos convoca, la “sociedad contemporánea”, debemos situarnos en el período histórico del cual nacen los primeros esbozos de este capitalismos envolvente.
Primero, al tratar los siglos XVII y XVIII, la técnica y la industria estaban en sus comienzos, en comparación con el desarrollo que alcanzaron en los siglos XIX y XX, y en segundo, que todavía seguían ejerciendo una influencia las prácticas e ideas de la cultura medieval sobre las prácticas económicas de ese tiempo. Es decir se consideraba anticristiano y antimoral que un comerciante intentara atraerse a los clientes de otro reduciendo los precios o por cualquier otro incentivo. Estas actitudes se basan en principios que habían determinado la vida humana durante muchos siglos. El más importante de ellos era que la sociedad y la economía existen para el hombre, y no el hombre para ellas. No se consideraba saludable ningún progreso si se perjudicaba a un sector cualquiera de la sociedad, por cuanto había que conservar el equilibrio social tradicional, y se reputaba dañina cualquier perturbación de ese equilibrio.
En el siglo XIX cambia la actitud tradicionalista. El ser humano viviente, con sus deseos y dolores, va dejando cada vez más de ocupar el centro del sistema, y ese lugar lo van ocupando los negocios y la producción. El elemento más característico del capitalismos del siglo XIX fue la explotación despiadada del trabajador; se creía una ley natural o social el que centenares de miles de trabajadores vivieran a punto de morirse de hambre. Se suponía que el propietario del capital procedía en forma moralmente correcta si, en busca de ganancia, explotaba al máximo el trabajo que alquilaba. Con ello vemos que difícilmente podía existir sentimiento de solidaridad humana entre el capitalista y sus obreros. Regía como ley suprema en la esfera de la economía, la ley de la selva.
El Principio capitalista de que cada uno busca su provecho y contribuye así a la felicidad de todos se convierte en el principio guía de la conducta humana.
En nuestros días no es la ley del mercado lo único que tiene vida propia y gobierna a los hombres, sino también el progreso de la ciencia y de la técnica. Por ejemplo como decía Morin, respecto de la búsqueda del conocimiento, hoy el científico no elige el problema, el problema se impone al científico, cuando resuelve uno no se siente más seguro o más cierto, sino que surgen otros diez problemas nuevos.
Nosotros no elegimos nuestros problemas, nos vemos empujados hacia ellos, obligados y ¿qué nos obliga? Un sistema que no tiene ninguna finalidad ni meta fuera de sí mismo y que convierte al hombre en un apéndice suyo.
Desde este piso histórico podemos dar comienzo a este viaje por terrenos en los cuales vivimos inmersos y muy pocas veces nos detenemos a analizar, comenzaremos con un resumen del texto, el que nos
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