La ciencia de la deduccion de un estudio en escarlata

LA CIENCIA DE LA DEDUCCIÓN

        El escritor Arthur Conan Doyle en su novela “Un estudio en escarlata” y en los artículos: “El arte de la deducción: la huella de Holmes en el espectáculo mediático” de Sergio Beeche Antezana y Estefanía Calderón Sánchez y “¿Cómo pensar como Sherlock Holmes? Elemental, querido lector” de Santiago Velásquez, enfatizan el valor que tiene el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles de la mejor manera.

        En el caso de los autores antes mencionados, explican el uso de la deducción en el ámbito de un detective para tratar casos complicados de investigación criminal. Sin embargo, la deducción también puede ser muy útil en la vida cotidiana.

        En mi opinión, una de las habilidades que todo ser humano debería esforzarse por desarrollar es la de utilizar el pensamiento deductivo, o habilidad para sacar una conclusión a partir de una serie de principios, premisas o proposiciones, con el propósito de resolver una problemática difícil para luego tomar decisiones apropiadas. Por lo tanto, es interesante conocer más acerca de la deducción, la cual es considerada como una ciencia por seguir pasos del método científico.

        Por ejemplo, el primer paso de cualquier investigación científica es la observación. En ese sentido, para desarrollar la habilidad del pensamiento deductivo es fundamental ser un buen observador, lo cual implica utilizar todos nuestros sentidos a fin de concentrarnos en aquello que realmente nos interesa con relación a la problemática que estemos afrontando. Pues, la mente tiende a vagar si no nos concentramos o si comenzamos a sólo observar, sin tener un objetivo específico, nuestra mente se cansa y eso limita la capacidad de deducir.  

        Un segundo paso, es ser selectivos, activando nuestra mente ante estímulos que nos relacionen con nuestro objeto de estudio o investigación. Así, el oído, la vista, el tacto, el olor y el gusto estarán en sintonía con aquello que queremos descubrir, sin apresurarnos a llegar a conclusiones. En muchos casos, se hace necesario tomar notas de datos complicados que se consideren importantes para no pasarlos por alto, como números de teléfonos, direcciones, fórmulas, entre otros.

        Asimismo, es importante aprender a separar hechos objetivos de aquellas trampas que nos lleven a interpretaciones erróneas inmediatas, tales como, simples rumores o comentarios mal intencionados sin base alguna.

        Otro elemento, que requiere atención en toda investigación, es la dedicación. Para ello, es necesario concentrarse en un solo problema a la vez, evitando al máximo tener tareas múltiples, ya que esto reduce la impresión general que tenga un investigador sobre un problema. Además, se requiere dedicar tiempo, energía y recursos materiales para optimizar el estudio de casos complicados.

        Ahora bien, siguiendo todas estas recomendaciones planteadas, se puede utilizar la ciencia de la deducción como una herramienta para resolver problemas de la vida cotidiana a mediano y largo plazo con un mínimo margen de error si somos cuidadosos, esmerándonos en desarrollar la importante habilidad de la deducción.  

        Hoy día, existen muchos problemas que requieren atención, entre los cuales son bien conocidos los conflictos familiares: el desacuerdo en la forma de disciplinar a los hijos, infidelidad entre las parejas, violencia, abuso del alcohol, mal manejo del dinero, entre otros. Por supuesto, en ningún momento se debe descartar la ayuda profesional en estos casos, al contrario, es una opción que se puede armonizar dentro del procedimiento del pensamiento deductivo. Pues, manejar toda la información producto de la deducción pueden ser de gran ayuda para el profesional que trate el caso al momento de hacer su respectivo diagnóstico.

        Por eso, si una madre o padre sospecha que uno de sus hijos está iniciándose en el mundo de las drogas o cualquier otra actividad ilícita, sería apropiado iniciar un proceso de investigación aplicando el pensamiento deductivo y comprobar si sus sospechas están bien fundadas o son simples conjeturas. Luego, ello permitiría tomar ciertas decisiones para resolver el caso de la mejor manera y con prontitud.

        De la misma manera, una persona que sospeche que su pareja le es infiel o cuando ya algún problema es evidente, es muy útil el pensamiento deductivo para determinar las razones que provocaron tal situación conflictiva, con el propósito de buscar mejores soluciones y tomar decisiones acertadas.

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