La comedia de Plauto y Terencio

La comedia de Plauto y Terencio

En la antigua Roma, la comedia fue una forma de expresión muy fuerte en donde el publico participaba de manera critica, determinando  con exigencia la calidad de la obra. Fueron muchos los que incursionaron en este camino, pero los resultados no siempre culminaban con éxito. Entre aquellos que se aventuraron podemos destacar a Plauto y Terencio. El primero, sin recursos por la perdida de su trabajo, como ultima opción, comenzó a escribir comedias, sin imaginar lo bien que le iría, y grande fue la sorpresa al ver que luego de la puesta en escena de una de ellas, al publico le gustaba y así fue creciendo su imagen y fama por todos lados, hasta convertirse en un comediógrafo muy reconocido. Por otro lado Terencio, quien anteriormente había sido un esclavo liberado, también fue un escritor de comedias. Ahora bien, si analizamos las obras de ambos, “El Militar Fanfarrón” (Plauto) y “La Suegra” (Terencio), encontraremos diferencias en la forma de escribir, la utilización del lenguaje y la manera en que el publico recibe la obra, entre otras cosas.

En “El Militar Fanfarrón”, su autor utiliza una forma directa de llegar a los espectadores mediante la utilización de un lenguaje vulgar, fácil de comprender, con abundancia de palabras grotescas, con frases cortas, logrando así darle cierta dinámica a los diálogos y a la obra, lo que mantiene atento y entretenido al publico.

Si analizamos la obra de Terencio, podemos notar que al momento de expresar sus palabras, el lenguaje es mas rebuscado. Los guiones de los protagonistas son frases extensas y no muy entendibles, en donde el espectador debe estar atento a todas las variaciones de los diálogos para poder comprenderlo. No apela a la grosería para atrapar al lector y lo mantiene en duda durante toda la obra hasta el final de la misma, en donde cualquier cosa puede suceder, en contraposición con Plauto en donde todo esta claro desde el inicio de la obra.

La forma en que son presentados los personajes en cada una de las obras, también llevan el sello de su respectivo autor. Cada uno, a su manera le atribuye un perfil determinado. Plauto presenta a las mujeres como controladoras, como propiciadoras de situaciones para poder manejarlas y lograr un fin; el hombre, haciendo gala de un carácter dominador y las prostitutas dueñas de una gran perversidad. Terencio muestra mas liviandad en sus personajes y los suaviza para no presentarlos tan crudamente. El primer autor resalta y reduce a sus personajes en un manojo de maldad y malas intenciones, en oposición al segundo autor que rodea a sus personajes en una nube de nobleza y falta de malicia.

Si ponemos en una balanza ambas obras, ¿cual habrá sido la preferida del publico? Si tenemos en cuenta el contexto, la época histórica, la preparación académica de los concurrentes, cuan parecida fuera a la realidad y el grado de identificación con los personajes y las situaciones, entonces la conclusión es que los espectadores se volcarían mas por lo simple, por lo divertido y parecido a sus vidas, y que se hallaba representada en la obra de Plauto, que era la mas sencilla de entender.

Bibliografia

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