“La contaminación es inherente a la presencia del hombre en el planeta”

DESARROLLO SUSTENTABLE  

MsC. Jorge Figueroa Malavé

UNY

 figueroamalave@gmail.com

Introducción.

“La contaminación es inherente a la presencia del hombre en el planeta” (Baca G., Valderrama M. y Romero J., p. 174, 2014). Estos autores consideran que desde la época de piedra, el hombre siempre ha causado contaminación en el planeta, provocando desequilibrios y extinciones tanto de la flora como en la fauna, pero aquellas poblaciones eran tan pequeñas que los desequilibrios constituían problemas locales. Continúan sosteniendo que antes y después del siglo XVIII una de las principales fuentes de energía era el carbón y fue Inglaterra el primer país en el mundo en utilizarlo extensivamente, reemplazando la madera como fuente de energía principal. Cuando se produce Revolución Industrial en la segunda mitad del siglo XVIII ocurre un cambio de la producción artesanal a la industrial que abarca además de Inglaterra, gran parte de Europa Occidental y Norteamérica, es entonces cuando se da, según Baca y otros, op. cit. el origen de la contaminación ambiental y crece el capitalismo en su mayor esplendor. Es así como a partir de este periodo cuando comienza a sentirse con más intensidad los daños ambientales en todo el mundo producto de la industrialización y el llamado crecimiento económico.

Según Calvente A. (2012) el término de sustentabilidad tiene sus orígenes en el 1962 con la publicación de la obra “Primavera Silenciosa” de Rachel Carson, donde se describe entre otras cosas, el proceso destructivo y degenerativo de las condiciones ambientales productos del desarrollo de la economía liberal y capitalista que consideraba la utopía de la abundancia infinita. Aguirre P. (2015) cita a Wallerstein, (2008) y agrega que “Hemos llegado a esta situación porque en este sistema los capitalistas han conseguido hacer ineficaz la capacidad de otras fuerzas para imponer límites a la actividad de los capitalistas en nombre de valores diferentes al de la acumulación incesante de capital.” Según Rosales J., Torres V., Olaiz G. y Borja V. (2001) el primer caso muy conocido de los  efectos en la contaminación ambiental fue en Londres en 1952, donde, según estos autores los niveles de contaminantes fueron tan altos que causo muchas muertes. Continúan argumentando que otras ciudades presentaron altos niveles de contaminación del aire fueron: México, Río de Janeiro, Milán, Ankara, Melbourne, Búfalo, Tokio y Moscú, entre otras.

Desarrollo

La evolución del concepto de sustentabilidad y del pensamiento conservacionista  data del 1968 cuando se promulgó el Informe 2052 en el Club de Roma, donde se discutió el límite del crecimiento mundial y la no sustentabilidad de las futuras generaciones, sino se introducían grandes cambios en el modo de vida. (Club de Roma, Capitulo Español, 2018). Posteriormente en 1972 se proclama la Declaración de Estocolmo en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano y se establece la protección del medio ambiente humano como fundamental para el bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo, lo que más tarde se reconoció como sustentabilidad. (Declaración de Estocolmo, 1972).

Luego se producen dos grandes acontecimientos en esta materia, el primero fue en 1987, conocido como el Informe Brundtland para la ONU, donde se plantea la posibilidad de obtener un crecimiento económico basado en políticas de sostenibilidad y expansión de la base de recursos ambientales, es en este informe según Calvente op. cit. se bautiza la definición más aceptada de sustentabilidad, a saber “El desarrollo sustentable hace referencia a la capacidad que haya desarrollado el sistema humano para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer los recursos y oportunidades para el crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras.”

Posteriormente, el segundo acontecimiento fue la Conferencia de Naciones Unidas para el Desarrollo, realizada en Brasil el año 1992, conocida como “Cumbre de la Tierra” se da, la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo y la Agenda 21 (Naciones Unidas, 2018), donde de manera categórica los países asumen el desarrollo sostenible como un pilar para formular políticas de desarrollo e integración con el medio ambiente.

Otro hecho interesante que afirmaba el pensamiento ecologista fue en el 1997 en Japón, cuando se promulgó el “Protocolo de Kioto” que comprometió a los países industrializados a estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero y promovió el crecimiento sustentable de los países en desarrollo. Diez años después en 2002 la ONU revisa los temas ambientales y en la ciudad de Johannesburgo, se reúnen  gobiernos de diferentes países para reflexionaron sobre el estado del medio ambiente y su sostenibilidad, apuntando en qué medida los países y el mundo podrían cambiar su dirección y visión hacia un futuro sustentable. (Hernández A., 2010). El año 2012, se realizó la última Cumbre en Brasil; se llamó “El futuro que queremos”, sus dos principales temas fueron, cómo construir una economía verde y cómo mejorar la coordinación internacional con miras al desarrollo sustentable. Es así como el pensamiento ambientalista y el concepto de desarrollo sustentable ha tenido un proceso histórico de desarrollo desde la década de los 60 hasta nuestros os años 2012, sin embargo los acontecimientos ocurridos en estos últimos años han hecho que científicos, investigados y políticos continúen escribiendo y promoviendo el desarrollo sustentable como una forma para la gobernabilidad.

Para Calvente op. cit. el concepto actual de sostenibilidad se define como “la habilidad de lograr una prosperidad económica sostenida en el tiempo protegiendo al mismo tiempo los sistemas naturales del planeta y proveyendo una alta calidad de vida para las personas”; desde el punto de vista de prosperidad económica. Sin embargo autores como Larrouyet, C. (2015), Aguirre op. cit., Baca y otros, op. cit. consideran que la definición más aceptada es la del resultado del Informe Brundtland de 1987, mencionada en los párrafos anteriores.

Para Larrouyet, C. op. cit., el desarrollo sustentable lograr la prosperidad económica, debe satisfacer ciertas condiciones entre ellas sustentabilidad económica y ecológica. Sostiene que los gobiernos del mundo de los países en desarrollo y en vías de desarrollo, deben trazar sus objetivos del desarrollo social y económico definidos en muchos de los casos en términos de sostenibilidad, sin importar si se basan en sistemas económicos orientados a una economía de mercado o a una planificación central.

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