La dependencia Colonial Latinoamericana
Enviado por nathalyandrea • 11 de Enero de 2013 • Tesis • 9.327 Palabras (38 Páginas) • 453 Visitas
La dependencia Colonial Latinoamericana
Dependencia Colonial: La dependencia comenzó históricamente bajo la forma colonial, con control político administrativo a cargo de la metrópoli y una pauta económica clásica: proporcionar materias primas e importar productos industriales terminados bajo un régimen de monopolio. Ese colonialismo significaba para la metrópoli gastos y responsabilidades administrativas que con el tiempo se mostraron innecesarios. La "independencia" (tanto la conquistada por las armas en América en el siglo XIX como la concedida por las potencias europeas en Asia y África después de la Segunda Guerra Mundial) lejos de expresar un proceso de descolonización, solo significó un cambio en las formas de explotación. En el caso de los países latinoamericanos también significó un cambio de metrópoli: de las manos del decadente imperio español pasamos a las manos del imperio británico, que entraba en la culminación de su trayectoria histórica.
Etapa colonial española, semifeudal, esclavista, comercial, primera de la dependencia.
A finales del siglo XV, España se convierte en instrumento de universalización del predominio capitalista europeo. El hallazgo, conquista y colonización de un continente varias veces mayor que la fragmentada España de entonces, creó un imperio en el que confluyen las más distintas formaciones socio económicas. Lo indígena brutalmente devastado, lo señorial hispánico: encomienda, latifundio, mita; lo comercial: exportación de oro, plata, piedras preciosas e importación de toda clase de bienes; lo afro esclavista con la traída y venta de negros, y una abrumadora carga de impuestos, conformaron el piso de la nacionalidad americana. Fruto de las contradicciones en el seno de tan variada y compleja sociedad fue el Movimiento Comunero que contra los excesos tributarios, la discriminación étnica y social y la exclusión política, se adelantaron desde México hasta la Argentina en la penúltima década del siglo XVIII, en el que participaron artesanos, pequeños y medianos campesinos y comerciantes, uno que otro letrado y la masa indígena representada a escala continental por Tupac Amarú, 30 años antes de los movimientos y guerras de independencia y uno de los de más hondo contenido social de nuestra historia.
La presencia ibérica y en general europea en el Nuevo Mundo es sin duda un fenómeno controvertible. Por un lado, representa un gigantesco salto al pasar de la Edad de la Madera y del Paleolítico Inferior en la mayoría de las comunidades aborígenes, a contenidos propios del final del medioevo y comienzos del renacimiento, cambio técnico y cultural que desafortunadamente se hizo en contra de la población indígena.
A comienzos del siglo XIX, es decir en las postrimerías de la colonia española, Latinoamérica puede ser definida como geográficamente invadida, económicamente limitada, socialmente estratificada e injusta, políticamente sometida, culturalmente alienada, en la que se instalaron la dependencia y el latifundio como los más persistentes y negativos fenómenos.
Etapa semicolonial inglesa, comercial, librecambista, la segunda de la dependencia.
Mientras España no convirtió los metales preciosos en capital productivo, Inglaterra, para no hablar de Holanda y Francia, si lo hizo, gracias, entre otras cosas, a la demanda española de bienes para surtir el mercado colonial de América. Es así como el capitalismo industrial inglés termina imponiéndose en el mundo a través del libre cambio, por vías de hecho o de tratados. Después de varios intentos de apoderarse unilateralmente de los dominios ibéricos, recordemos Veracruz, Buenos Aires y Cartagena, termina lográndolo con el triunfo de los movimientos patriotas. El apoyo militar, financiero y diplomático inglés a los movimientos patriotas se convirtieron en las nacientes repúblicas en deuda externa, en constituciones y convenios, en las que se instituyó la libre circulación de mercancías, que arruinaron las manufacturas artesanales que no pudieron impedir y luego destruir los españoles. Únicamente se opuso Paraguay que entre 1814 y 1870 reivindicó su derecho a producir lo que consumía, por lo que fue militarmente derrotado por Brasil, Argentina y Uruguay, forzándolo a entrar en el librecambio.
Se pasa de la exportación de impuestos a la de los intereses. Se imponen: el aumento al doble de las importaciones sobre las exportaciones, el déficit crónico de la balanza comercial y de pagos, la destrucción y congelación del proceso industrial, la explotación británica de las minas, las concesiones para la construcción de caminos y vías férreas y el otorgamiento de toda clase de privilegios cambiarios y de navegación. No fueron pocas las tomas de los puertos de centro y sur por la armada británica para cobrar los empréstitos no pagados o por la mora en el pago de intereses.
Es de anotar que Cuba por la prolongación de la colonia española en su territorio, pasó directamente a semicolonia norteamericana y que en el Brasil no se produjo guerra de independencia porque la monarquía se trasladó de Lisboa a Río de Janeiro, aunque estuvo hasta principios del siglo XX bajo la influencia metropolitana de Inglaterra.
En los distintos países latinoamericanos, impulsados por la economía de la exportación, se emprende la colonización de tierras baldías que se dedicaron a la ganadería y a los cultivos de plantación. Se estructura, en general, una economía que se dirige más al comercio mundial que al mercado interno.
Benito Juárez en México, Francisco Morazán en Honduras, Rufino Barrios en Guatemala, José Hilario López y Tomás Cipriano de Mosquera en Colombia, Antonio Guzmán Blanco en Venezuela, Eloy Alfaro en Ecuador; Ramón Castilla en Perú; Domingo Faustino Sarmiento en Argentina, Pedro II en Brasil, dirigen a mediados del siglo XIX, reformas radicales que como la supresión de la esclavitud, la separación de la Iglesia y el Estado, el desmonte del régimen tributario, la educación laica y la expropiación de bienes eclesiásticos, golpearon algunas estructuras de hondo arraigo colonial. Sin embargo, en ningún país, salvo Paraguay, se intentó ejecutar una profunda reforma agraria o un proceso consistente de industrialización.
Lo que realmente ocurrió en Indoamérica en el tránsito de colonia a semicolonia, fue el arribo al poder político de la clase criolla dueña de tierras, indios, minas y comercio, con lo que simplemente completó su esquema de clase dominante, sin realizar una auténtica revolución y sin alcanzar una efectiva independencia.
Etapa neocolonial norteamericana, Industrial y financiera, de apertura neoliberal y regresión colonial, tercera
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