“La educación como acontecimiento ético. Educar desde la compasión”
Enviado por rociiomediina • 4 de Abril de 2022 • Trabajo • 2.411 Palabras (10 Páginas) • 88 Visitas
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Trabajo final
Filosofía de la educación
“La educación como acontecimiento ético:
Educar desde la compasión”
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Introducción
A continuación se llevará a cabo el desarrollo del tema otorgado “Educar desde la compasión”, elaborado por los autores Mélich Joan Carles y Bárcena Fernando.
Ambos coinciden en algo: la necesidad de la implicancia de la compasión en la educación. En su trabajo dan cuenta de las consecuencias favorables que la misma tendría en el que hacer pedagógico, como así también hablan de la contracara, de lo dañino que puede resultar trabajar desde un pensamiento autoritario que solo esclaviza, en lugar de liberar, que sería el pensamiento por el que ellos abogan.
A modo de aclaración diremos que en la primera parte del presente trabajo podrá apreciarse un marco teórico elaborado a partir de los conceptos claves que se desarrollan en la perspectiva semiótica, seguido de la elaboración del análisis de la obra ya mencionada en base a dicho conceptos y finaliza con cuestionamientos filosóficos que hemos pensado y expresado en el mismo.
Fundamentos teóricos
Para poder comprender la perspectiva semiótica se hace pertinente desarrollar las concepciones teóricas con las cuales trabajan. Resulta pertinente comenzar haciendo mención sobre qué se entiende por “semiótica” desde esta perspectiva y desde los distintos autores que la abordan. La semiótica se va a definir como un paradigma que trasciende a otros paradigmas que otorga la posibilidad de la interpretación del mundo y sobretodo de la validez intersubjetiva de dicha interpretación, concibiendo que tiene la función de ser mediadora entre el interprete y el mundo, según Herman Parret. Ahora bien, con Courtés podemos interpretar que el fin de la semiótica es explorar las raíces del sentido, que es un metalenguaje y que se interesa en la narratividad, el hecho de contar. Desde Humberto Eco podemos hacer una suerte de clasificación de la semiótica ya que según el mencionado autor es necesario hacer una distinción entre “semióticas específicas” y “semiótica general”. Las primeras serán aquellas que están formadas por una gramática de un sistemas de signos particular, a tal punto que pueden aspirar a un estatuto científico, por ejemplo el sistema Braille; y a la semiótica general la considera una disciplina filosófica, porque a partir de categorías generales se hace posible la comparación entre diferentes sistemas, el discurso filosófico constituye a la semiótica general. Con Verón describimos a la semiótica como el estudio de los signos y de las relaciones de los procesos de comunicación y significación, este autor nos vuelve a decir que se trata de un metalenguaje, y nos remite a una teoría general del sentido, seria la reflexión teórica sobre la semiosis social. Pero, ¿qué es semiosis? Se la considera el objeto de la semiótica, luego de haber pasado por una disputa entre considerar si “signo” o “semiosis” iban a ser considerados su objeto, se establece que la semiosis es una acción que es o que contiene una cooperación entre tres partes: el signo, su objeto, y su interpretante. Y ahora, ¿qué son estos tres sujetos? El signo tiene dos maneras de explicarlo, tenemos por un lado la concepción binaria de Saussure, y por otro lado la definición de Pierce, que es la concepción ternaria. Desde la concepción binaria se describe al signo como formado por un significado, que sería el concepto, el contenido, aquello de lo cual habla el significante, que es la palabra acústica, la eficacia psíquica de la “imagen” acústica. Según Peirce, es algo que está para alguien, por algo en alguna relación, es dinámico, además, porque cada uno interpreta los signos de diferente manera. Explica este concepto basándose en una concepción ternaria: el representamen, el fundamento y el interpretante. El representamen seria el significante de la imagen, la forma como se representa a un objeto, el fundamento es lo que existe, el objeto al que se refiere el representamen, aclarando que cuando se habla de objeto se hace referencia tanto al obejto dinamico (aquello a lo que el signo se refiere) como al objeto inmediato (aquello que el signo expresa, su significado), y el interpretante es el sujeto que le da valor, es la interpretación del signo. A modo de acotación, agregamos que el signo más estudiado es la palabra.
Siguiendo los lineamientos de la perspectiva en la cual nos situamos y luego de haber hecho las explicaciones de los conceptos vistos anteriormente, resulta pertinente hacer ahora el aporte del autor Magariños de Morentín de otro concepto clave de la teoría que es “semiología”, entendiéndose por ésta la ciencia en formación que estudia los signos, los lenguajes y las características según las cuales, mediante su integración en un mensaje se produce determinada significación, condicionada por las peculiaridades decodificadoras del receptor. A pesar de que sea una ciencia en formación, ello no quita que tenga bien delimitado ya su objeto, el cual consiste en la explicación del proceso de producción o atribución de significación. Lo que este autor afirma es que existen tres tipos de signos: signos gráficos representativos, signos gráficos simbólicos y signos gráficos ritualizados.
Cabe destacar que la semiótica se hace visible en los discursos sociales. Verón nos hace el aporte del análisis del discurso, anunciando que en todo discurso hay dos elementos: Marcas y huellas, las marcas son las propiedades significantes cuya relación con las condiciones de producción o con las condiciones de reconocimiento no está especificada, y las huellas son entendidas como el producto de la interpretación de las marcas.
Análisis del corpus discursivo seleccionado
Nuestro tema a trabajar es del autor Fernando Bárcena y Joan Carles Melich. La educación como acontecimiento ético.
Estos autores van a plantear a la educación desde la compasión, en el pensar en el otro y con el otro. Salir del pensamiento totalitario en el cual solo hay una única verdad, en su carácter de dominio y control reduce toda la realidad al concepto como así también al discurso que se hace de ella.
Por ello se busca reivindicar la idea de una razón pedagógica como relato, a través de la memoria el saber educativo se logra ver como una razón narrativa porque solo contando historias o a través del relato somos capaces de recordar lo que nos ha sucedido y no nos ha dejado impasibles. Memoria y esperanza, recuerdo y utopía son las dos caras de la educación desde la compasión.
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