La educación en México

La educación en México enfrenta diferentes desafíos de enorme magnitud, los cuales deben tratarse de forma inmediata. Por un lado, es universalizar la cobertura de la educación básica, incorporando a toda la población, incluyendo a la indígena, que es la población que presenta un mayor rezago educativo, otro de los aspectos es analizar y mejorar la calidad educativa, así como los escenarios de la enseñanza y aprendizaje en las escuelas a través de una mayor autonomía, aumentar la calidad del cuerpo docente, disminuir la brecha tecnológica y de conocimientos entre los estados y entre las naciones y por último adaptar las políticas educacionales, a las transformaciones que —por efecto de la globalización— experimentan los contextos de información, conocimiento, laboral, tecnológico y de significados culturales en que se desenvuelven los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Como respuesta a estos desafíos se ha implementado la Reforma Educativa que tiene como objetivo principal: una educación que permita el uso del conocimiento, discernir y valorar, forme para la convivencia, los derechos humanos y la responsabilidad social, el cuidado de las personas, el entendimiento del entorno, la puesta en práctica de habilidades productivas y, en general, para el desarrollo integral de los seres humanos. Para ello es necesario crear escuelas con una nueva pedagogía que integre las Ticc, donde el docente se adapte a los nuevos contextos en que se desenvuelven los procesos de enseñanza y aprendizaje, considerando que “El mejor aprendizaje no derivará de encontrar mejores formas de instrucción, sino de ofrecer al educando mejores oportunidades para construir” Papert (1999) por medio de “representaciones de una realidad inmediata sobre un tema o fenómeno, implementados con herramientas de la tecnología de la información, que le permitirán al aprendiz a través de la comprensión de conceptos, convertir dichos conceptos en herramientas y estrategias para aprender otros, es decir, dicho conocimiento del fenómeno o sistema en cuestión, será refinado o pulido por el aprendiz, iniciando con un punto de partida que le permita crear sus propias extensiones" Mardach (2000)

Ante este nuevo paradigma, el profesor debe reorientar su labor y empezar a superar aquellos programas de formación y profesionalización docente que solo se centraban en potenciar el dominio de habilidades específicas para la enseñanza de determinados contenidos de su disciplina, y a apostar por programas que concurran con las características de la sociedad del conocimiento, para lo cual los docentes deben relacionar su trabajo con la investigación con la finalidad de producir constantemente información y conocimiento desde el propio campo profesional y laboral.

Para cubrir los objetivos de acceso e inclusión digital en la educación se requiere de la capacitación de la mayoría de los docentes de todos los

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