La educación es luz

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            Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula

  UNAH-VS

Asunto: Ensayo Periodístico

Periodismo de Opinión

Catedrático René Gavarrete

Estudiante:

Kevin Rolando Pinto Peña 20162000811

Sección: 1900

San Pedro Sula, Honduras

25 de abril de 2019

La educación es luz hasta en la hondura

Muchos individuos viven “apreciando el fulgor”, pero se encuentran en cuevas aisladas fabricadas por el mundo de las creencias. Debemos entender que la educación es el puente más magno para liberarse del vacío. Y ser un protagonista activo de tu propio rescate es una aventura que todos los seres humanos deberíamos experimentar.

Es fascinante retroceder y darte cuenta de que te has liberado de miedos, mentiras, líderes manipuladores y cadenas que ataban a tu mente; entonces somos capaces de tener criterios, porque sabemos y reflexionamos. No es exagerado asegurar que la educación te vuelve valioso en la sociedad, aun sin contar con un gran capital económico.

Para Paulo Freire los frutos de la educación son el amor, la justicia, la ciencia, la sabiduría, la inteligencia, el conocimiento, la significación, un sistema de símbolos, los valores, la alegría, la paciencia, la templanza, la bondad, la honestidad, la libertad. Aunque, esos aspectos mencionados parecen haber sido olvidados por el sistema educativo, particularmente en Honduras.

Según Abraham Lincoln “La filosofía del aula en una generación será la filosofía del gobierno en la siguiente.” No cabe duda de que una de las soluciones más enriquecedoras que pueden lograr las naciones es consolidar un sistema que ofrezca educación de calidad a sus ciudadanos, especialmente a los niños y jóvenes, potenciales semilleros que darán frutos en un país.

No obstante, ¿qué se hace en las aulas de los centros educativos de Honduras?, ¿qué ciudadanos estamos formando?, tenemos la esperanza de contar con docentes apasionados por la formación de ciudadanos valientes y honrados, capaces de aportar a la sociedad, pero la realidad parece no confirmar dicho deseo.

Aunque muchos consideran que poco se le puede exigir a un docente que no cuenta con las condiciones necesarias. Las escuelas carecen de presupuesto, el ambiente tiende a ser antipedagógico y los padres no cuentan con la capacidad para suplir tantas carencias. Las promesas de mejoramiento por parte de la Secretaría de Educación parecen no concretarse.

Además, en nuestro país, el estudiante suele ser tímido y subordinado a su docente, el mismo patrón se tiende a reflejar entre los hondureños y el gobierno. “Nuestros líderes” nos pisotean y nos dirigen hacia abismos, y nosotros no somos capaces de empoderarnos y corregir el rumbo. Pues, la sublevación y defensa de derechos son actos categorizados como irrespeto.

Los docentes necesitan cambiar sus estrategias metodológicas, y empezar a ubicar al estudiante como protagonista de su propio aprendizaje. El alumno ya no debe ser un receptor pasivo que está esperando que un maestro “perfecto” y “dueño de la verdad” sea su única fuente de conocimiento. Necesitamos formar personas capaces de tomar las riendas en cualquier misión.

Algunos docentes en Honduras hacen hincapié en el cambio de los métodos pedagógicos tradicionales, que llevan al alumno a obedecer sin reflexionar y a memorizar textos que son olvidados después de la aplicación de un examen escrito, no obstante, las mismas prácticas educativas continúan en las aulas de clase. El análisis y la comprensión siguen siendo habilidades secundarias en las evaluaciones.

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