La guerra
Enviado por • 6 de Abril de 2013 • Tutorial • 7.829 Palabras (32 Páginas) • 253 Visitas
¿Qué es La guerra?
La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos humanos. Es quizá una de las más antiguas de todas las relaciones internacionales, aunque se convierte en un fenómeno particular con el comienzo de las civilizaciones. Supone el enfrentamiento organizado de grupos humanos armados, con el propósito de controlar recursos naturales o humanos, o el desarme, sometimiento y, en su caso, destrucción del enemigo, y se producen por múltiples causas, entre las que suelen estar el mantenimiento o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas y/o territoriales.
En Ciencia Política y Relaciones Internacionales, la guerra es un instrumento político, al servicio de un Estado u otra organización con fines políticos.
Según Richard Holmes, la guerra es una experiencia universal que comparten todos los países y todas las culturas.1 Según Sun Tzu, "La guerra es el mayor conflicto de Estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente".2 Según Karl von Clausewitz, la guerra es "la continuación de la política por otros medios".3
Las reglas de la guerra, y la existencia misma de reglas, han variado mucho a lo largo de la historia. El concepto de quiénes son los combatientes también varía con el grado de organización de las sociedades enfrentadas. Las dos posibilidades más frecuentes son civiles sacados de la población general, generalmente varones jóvenes, en caso de conflicto, o soldados profesionales formando ejércitos permanentes. También puede haber voluntarios y mercenarios. Las combinaciones de varios o de todos estos tipos de militares son asimismo frecuentes.
Las formas de hacer una guerra dependen de los propósitos de los combatientes. Por ejemplo, en las guerras romanas, cuyo objetivo era expandir el imperio, el objetivo militar principal eran los combatientes de la nación a conquistar, para incorporar el pueblo una vez conquistado al imperio.
En la actualidad, a veces se hace distinción entre conflictos armados y guerras. De acuerdo con este punto de vista, un conflicto sólo sería una guerra si los beligerantes han hecho una declaración formal de la misma. En una concepción de la doctrina militar de EE.UU. no se hace distinción alguna, refiriéndose a los conflictos armados como guerras de cuarta generación.
Origen de las guerras
El origen de la guerra parece estar situado en la mayoría de los casos en la sobrepoblación de los territorios. Si bien hay pruebas fehacientes de pueblos milenarios que nunca hacen guerra (islas Andamán cerca de la India, los shoshoni de California y Nevada, los yahgan de la Patagonia, los semai de Malasia…), son excepcionales, tan excepcionales como los yanomamo (en la frontera entre Brasil y Venezuela), quienes sin estar sobrepoblados ni mucho menos (< 0,5 hab por milla cuadrada), hacen de todos modos la guerra. Éstos últimos nos hacen comprender que no es la sobrepoblación territorial la que conduce a la guerra sino la sobrepoblación ecológica, el agotamiento de los recursos (sobretodo) proteínicos de una zona. El autor señala que no es la guerra directamente la que reduce o frena el incremento poblacional; cita para demostrarlo las innumerables guerras en Europa durante los últimos cinco siglos, que no condujeron precisamente a una disminución de la densidad poblacional. La guerra frena el crecimiento poblacional indirectamente: zonas bélicas necesitan hombres para hacer la guerra o defenderse, de ahí que se privilegie sus vidas durante la niñez por sobre las niñas; el infanticidio femenino es muy común, encontrando tasas promedio en muchos lugares del planeta de 130 niños por cada cien niñas mujeres o todavía más. Si con diez mujeres hay diez o un solo hombre, da exactamente igual para el crecimiento de la población, pero la diferencia es notable entre una o diez mujeres. Por eso la ley tan antigua era, aunque al parecer inconsciente, menos mujeres, menos población. La guerra privilegiaba la existencia de más niños que niñas, de ahí que sea una manera indirecta de frenar la población. La guerra o la violencia parece ser muy antigua: se han encontrado cráneos de 500 mil años con claros indicios de golpe mortal o cavidades para extraer los sesos, una exquisitez alimenticia para muchos pueblos; pero no se sabe si son producto de la violencia o de la difundida costumbre caníbal de alimentarse con los restos de los parientes. La prueba más fiable del origen del belicismo son hasta ahora las fortificaciones, y la más antigua es Jericó, con fortificaciones de 9500 años.
La guerra más común entre cazadores-recolectores no era por territorio sino por agravios e injurias entre parientes. Cuando no hay un apego muy fuerte al suelo donde se vive, ni se tienen muchas cosas que perder, y además se vive migrando y no se tienen esclavos, el único motivo de guerra parece ser la ofensa. No se usufructuaba de la guerra más que indirectamente, cuando se echaba a una población de un territorio; pero en un principio no había botín, ni nuevos esclavos. El motivo de guerra parece haber sido también, en muchos lugares, el rapto de mujeres, sobretodo si tomamos en cuenta la inmensa difusión de las culturas polígamas donde la mujer escasea. La poligamia acumula tensiones y ejerce siempre una presión expansiva sobre la población masculina; dicha presión crece aún más si existe infanticidio femenino. Sólo así se explica que habiendo densidades bajas de población y relativamente abundante alimento, exista un fuerte belicismo en una región determinada.
El autor cita varias teorías sociales de la guerra, refutando la mayoría de ellas. La guerra como solidaridad ha sido postulada como una herramienta para fomentar la unión de los pueblos creándose un enemigo común; la refutación es que es una herramienta demasiado letal, que no explica el hecho de que los costos de la unión sean tan pesados para sus resultados. Otra teoría es la de la guerra como juego; se la supone un ejercicio psicológicamente provechoso a pesar de sus costos; en muchos lugares el mérito bélico no era considerado por la cantidad de muertes sino por las hazañas más arriesgadas; estimular la valentía y el culto al riesgo de esta manera podía ser provechoso para el progreso en general, pero otra vez las limitantes son los altos costos de la guerra; ¿porqué no incentivar el riesgo y la valentía mediante el deporte?. La teoría de la guerra que tiene como origen la naturaleza humana tiene muchos adeptos también, atribuyéndole al instinto, o a veces a los genes, el gusto por la guerra; esto es refutado por estudios que demuestran, como para los indios pueblo, que un tiempo fueron famosos por su belicismo mientras que ahora lo son por su cordialidad
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