La historia de una anorexica.

Melany. HISTORIA DE UNA ANORÉXICA.

        Diana Marcela Barragán Torres.

        17 de Noviembre de 2015.

Diana Montaño.

Plan Lector.

Colegio Cooperativo de sopo

Abstract

Este trabajo trata de cómo influye la sociedad en esta niña para que ella recurra a dejar de comer para ser más “bella”, para no atormentarse con los comentarios de la gente y hasta de sus mismos papás porque está “gorda” y no se puede poner un traje de baño de dos piezas, porque todos dicen que no tiene el cuerpo para lucirlo.

Melany, HISTORIA DE UNA ANORÉXICA.

Era una niña de trece años, vivía con sus padres, bien educada, que no le gustaba causar problemas, a la que le gustaba ayudar a las personas, ella prestaba servicio social en un hospital, no porque le tocara si no porque quería. Su madre era el tipo de mujer que le gustaba cuidar su cuerpo, pero para Melany esto era una exageración.

Melany tenía un vecino su nombre era Dan, de su misma edad y eran muy amigos, tenían gustos similares como tomar chocolate con masmelos, y el gusto y la pasión hacia los trenes y locomotoras. A Melany le gustaba ir a jugar a la casa de Dan pues él tenía una vía férrea y pasaban horas jugando, pero había una locomotora en especial que a Melany le gustaba tanto era una hermosa y negra locomotora que el abuelo de Dan le había enviado de Inglaterra, pero él nunca dejo que Melany la tocara, la cuidaba como si fuera su vida propia.

Todo comenzó una noche en que estaban cenando en familia y su hermana mayor katy le preguntó a su papá si podía usar un traje de baño de dos piezas y el respondio que si, entonces melany le pregunto lo mismo y él respondió que no, ella triste le pregunto el porqué, el respondió “Porque tu estas en la época de gordura de infancia y no se verá bien”. Melany subió a su habitación y entonces empezó a atormentarse la cabeza con la “gordura de infancia”, quiso que acabara de una vez por todas y le dijo a su mamá que ella quería empezar a hacer dietas y manejar las tablas de calorías, su mamá al escuchar esto se puso bastante feliz.

Melany empezó con esto de las dietas y tablas de calorías, entonces cada que estaba enfrente del espejo se veía gorda, obesa, pero en realidad estaba bien, todos empezaron a notar lo rápido que Melany perdía peso, y como ella ya no comía bien, empezaron las recaídas frecuentes, las náuseas, el cansancio y lo pálida que se ponía y se le notaba que tenía las defensas por el piso pero ella ni cuenta se daba.

 Al ir al hospital como niña voluntariado, el doctor Vosch se dio cuenta que se sentía recaída y al acercarse a ella se dio con la sorpresa de que había perdido mucho peso que lo único que la hacía parecer de un peso normal era el saco que llevaba puesto. Por eso el doctor Vosch decidió llamar a la madre de Melany para avisarle que no tenía un peso normal que lo probable es que tenga anorexia.

La mamá de al enterarse de esto la llevó hacerle un chequeo, luego decidió darle una buena alimentación pero Melany no podía pasar nada porque le dolía mucho el estómago, por lo cual luego la internaron en el hospital donde era voluntariado. Al internarse las enfermeras siempre estaban con ella en la habitación obligando a comer todo lo que se le servía, y aquello sucedió un sábado ella nunca olvida estaba en la camilla y de repente entra una enfermera y le dice “te dejaron un paquete” entonces ella lo abrió cuidadosamente y para sorpresa de ella era la preciosa y negra locomotora de Dan junto con unos segmentos de vía férrea, dentro del paquete había una nota que decía” pensé que esto te ayude a pasar el tiempo. Si empujas la locomotora sobre las vías, veras como se mueven los pistones aunque no esté conectada. Dan. P.D. Espero que estés bien. Tu mamá dice que si lo estas.”  Melany no paraba de leer la nota una y otra vez, esa mañana ella no había terminado todo el desayuno, así que la enfermera le dijo “Al menos no te están por vía intravenosa como a esa otra” Melany levantó la cabeza y preguntó cuál otra, la enfermera le respondió otra anoréxica en este corredor, la enfermera levantó la bandeja del desayuno y se retiró, Melany se quedó pensativa e intrigada, se empezó a hacerse varias preguntas.

Melany quería conocer a aquella niña que era anoréxica así que abrió la puerta de su habitación para cerciorarse que no hubiese enfermeras, pero para la mala suerte de Melany, había más enfermeras transitando más de lo normal por aquel corredor. Sin embargo se puso una bata rápidamente y salió a dar una vuelta por el corredor pues ella podía salir de su habitación si así lo quería, pero ella no sabía hacia qué lado del corredor se había referido la enfermera, pero como la sala de enfermeras está ubicada hacia la izquierda melany camino hacia la derecha, se detuvo en cada puerta mirando hacia adentro. Fue hasta la última puerta que estaba entre abierta y miró disimuladamente hacia la habitación, allí se dio cuenta de la bolsa intravenosa que colgaba de su perchero.

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