La historia no es como la cuentan, es mejor
Enviado por CITLALYO9 • 5 de Junio de 2013 • 374 Palabras (2 Páginas) • 359 Visitas
La historia no es como la cuentan, es mejor.
1 ¿Existió en verdad El Pípila?
La realidad es que no existen pruebas sobre la existencia de Juan Martínez: los barreteros eran muchos en una región que vivía de la minería y es posible que los jefes insurgentes enviaran a uno de ellos (Juan, Pedro, Antonio…) como carne de cañón. El Pípila representa a esos hombres anónimos sacrificados en la Independencia.
2 El indio que llegó a ser presidente
La historia oficial enseñó a los mexicanos a admirar a Benito Juárez porque fue el indio que llegó a ser presidente. Sin embargo, Juárez jamás utilizó su origen para que lo trataran de forma especial; en sus discursos no hay autocomplacencia o conmiseración hacia los indios. La grandeza de Juárez radica en que él siempre se concibió a sí mismo como un ciudadano. Y en todo caso, otro indio que también llegó a ser presidente fue Victoriano Huerta.
3 ¿Sin Malinche no hay Conquista?
Su nombre tal vez fue Malitzin y terminó en Malinche. Su nombre cristiano fue Marina, la de Cortés, por su relación con Hernán con quien tuvo un hijo: Martín. Su papel fue fundamental para el proceso de conquista pues sirvió como traductora de los españoles. De todos modos la Malinche representa la otra conquista: la del mestizaje.
4 Santa Anna, ¿era tan perverso como dicen?
Le decían el “quince uñas” por su desmedido gusto por el dinero. Fue ejemplo del chaquetero político: de monárquico a republicano, federalista, centralista, dictador y lo mismo pero de regreso. Ganó y perdió importantes batallas; malvendió territorio mexicano... Pero tenía un gran carisma y el ejército lo respetaba. Las veces que ocupó la presidencia fueron con el consentimiento de sus compatriotas que lo mismo lo adoraban que lo crucifi caban.
5 Francisco Villa ¿bandido o luchador social?
En la figura de Villa se funden realidad y leyenda: desde un Robin Hood a la mexicana, hasta bárbaro incontenible, a genial estratega. Su revolución fue más allá del bandolerismo. Aunque inculto (aprendió a leer muy tarde), era un hombre simple que conocía bien las miserias de la gente del campo; creía en el poder redentor de la educación; fue leal con sus hombres y actuó acorde con sus ideales. Ah, y también derramó mucha sangre sin el menor remordimiento…
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