La ilustracion

LA ILUSTACION, BASE DEL FUTURO HUMANO

Diremos en el presente que no estamos en la capacidad de servirnos de nuestro propio entendimiento, nuestra pereza mental deja que otra personas sobresalgan y aproveche oportunidades que nos da la vida; a pesar de que nacimos libres no cabe duda que resulta más cómodo dejar que otro piense y se desataque con propuestas donde yo como agente autónomo en esta sociedad estoy en la capacidad de realizarlas; para lograr la mayoría de edad según lo propuesto por Kant hay que dar infinidad de pasos que posiblemente se conviertan en eminentes caídas, las cuales con el correr del tiempo serán experiencias vividas y pasos firmes hacia la realidad.

Hablaremos del uso público de la razón y uso privado de la misma el cual es el cimiento que hace el docto basado en fundamentos que le permitan sustentar su posición, yo como empleado estoy obligado a obedecer, promulgar y defender la misión y visión de mi institución, como persona libre puedo realizar reclamaciones basadas en posiciones justas y sustentadas con argumentos validos las cuales deben ser tenidas en cuenta para dar solución a mi problema.

Podemos concluir que aun no estamos preparados para vivir en una época ilustrada lo anterior se puede explicar debido a la apatía que presentamos al querer aprender, impidiendo de manera muy evidente lograr el espacio para que cada hombre sea el conductor de su propia vida, sin embargo también es preciso indicar que en este momento las oportunidades de pasar de ser conducidos a conductores de nuestras vidas son cada vez más asequibles, sin embargo la manera inmediata de lograrlo es mediante una constante dedicación basada en aprendizaje, lo cual sin duda nos conllevaría a dejar de ser unos perfectos incógnitos y renunciar a ser tratados como unas maquinas productoras, sino personas con una mentalidad abierta en beneficio del funcionamiento colectivo y desarrollo dinamizado de mi personalidad y mi entorno.

BIBLIOGRAFIA

IMMANUEL Kant, Filosofía de la Historia. Est prel y trad., Emilio Estiú.Editrial Nova Buenos Aires, 1958.

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