La importancia de los valores humanos
Enviado por alma1399 • 21 de Noviembre de 2014 • Trabajo • 3.178 Palabras (13 Páginas) • 186 Visitas
LOS VALORES
Nombre de alumno(a): Alma Rosa Sánchez Aguiar
Materia: Formación Cívica y Ética
Nombre del maestro(a): Carmen González Parra
Escuela: Esc. Sec. Gral. Amado Nervo
Grado: 3º Grupo: B
QUÉ SON LOS VALORES
Los valores humanos son aquellos conceptos universales conductores de la acción que se encuentran en todas las culturas, todas las sociedades y en todos los lugares donde los seres humanos interactúan con los demás. Los cinco valores humanos, que se pueden encontrar en todas las culturas, todas las sociedades y en todas las religiones, son la Verdad, Rectitud, Amor, la Paz y la No Violencia. Estos valores son eternos, son esencias eternas, que elevan la vida humana a su máxima expresión, a su más alta capacidad.
Los valores humanos tienen una energía intrínseca y dinámica. Los valores humanos no siguen las leyes de la ciencia física. No pueden ser agotados. Los valores humanos se multiplican a medida que se apliquen, que se utilizan, se expresan y se ejecutan. Cuando esto sucede, el beneficio es mutuo tanto para el emisor como para el receptor.
Así podemos entender que los valores humanos tienen una energía inherente de que se fortalece y se multiplica a medida que se utilizan. Podemos utilizar la metáfora de la apertura de una cuenta bancaria, un crédito de energía que se construye, se crea una gran cantidad de energía en el interior, sobre la cual podemos hacer retiros en cualquier momento. El fruto de estos retiros es que atraen a más energía, ya que se gastan.
Podríamos llamar a esto los valores de nuestro banco, que también atrae a los depósitos en nuestro banco de carácter. Los valores están presentes y rápidamente identificados cuando actuamos con la unidad entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Esa unidad, de pensamiento, palabra y obra se llama integridad.
Los valores humanos no siguen la ley del cuadrado inverso. Ellos no sufren una disminución con el tiempo y el espacio. Una buena acción realizada hoy sigue siendo una buena acción siempre.
Existe una coincidencia entre el comportamiento y los valores, el comportamiento se basa siempre en las elecciones y los valores en las opciones, es decir, guías para la acción y el comportamiento. Los valores son dinámicos y fluidos, no son unidades discretas, son de múltiples capas, multi-contextual, multi-faceticas. Los valores no tienen límites rígidos y aplican en todos los compartimentos de la conducta: la elección y la motivación. Los valores también están vinculados a la emoción, a la energía, el impulso de la mente al expresar el sentimiento y la acción.
Podemos concluir que los valores humanos son esencias eternas, donde siempre están en la búsqueda de mejorar a un individuo como persona, e incluso a una sociedad.
Debemos tener en cuenta que los valores morales y los valores humanos son totalmente diferentes.
POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS VALORES
Siempre han existido asuntos más importantes que otros para los seres humanos. Por ello, valoramos personas, ideas, actividades u objetos, según el significado que tienen para nuestra vida. Sin embargo, el criterio con el que otorgamos valor a esos elementos varía en el tiempo, a lo largo de la historia, y depende de lo que cada persona asume como sus valores. En las organizaciones, los valores permiten que sus integrantes interactúen de manera armónica. Influyen en su formación y desarrollo como personas, y facilitan alcanzar objetivos que no serían posibles de manera individual. Para el bienestar de una comunidad es necesario que existan normas compartidas que orienten el comportamiento de sus integrantes. De lo contrario, la comunidad no logra funcionar de manera satisfactoria para la mayoría. Cuando sentimos que en la familia, la escuela, el trabajo, y en la sociedad en general, hay fallas de funcionamiento, muchas veces se debe a la falta de valores compartidos, lo que se refleja en falta de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Por ejemplo, es difícil saber cómo enseñar a los hijos el valor “tolerancia”, si nuestros líderes y gobernantes insultan permanentemente a todos aquellos con quienes tienen diferencias de opiniones. Igualmente resulta cuesta arriba promover el valor “respeto” si hay maestros, profesores, jefes o padres que frente a situaciones complejas defienden sus decisiones argumentando: “Aquí se hace lo que yo digo” o “Las cosas son así porque sí”. En términos prácticos es poco probable que una comunidad funcione bien (y no digo “perfecto”) si las personas que la integran no se basan en ciertos principios que orienten permanentemente su forma de relacionarse, en las buenas y en las malas.
Con la palabra “comunidad” me refiero a la pareja, la familia, el trabajo, el salón de clases, el condominio, los vecinos, la ciudad, el país y a cualquier otra instancia de relación con otras personas. Si no compartimos sus valores no nos sentiremos bien, ni funcionaremos de manera adecuada en esa comunidad. Tampoco nos producirá satisfacción ser parte de ella. Para la cultura organizacional de una empresa los valores son la base de las actitudes, motivaciones y expectativas de sus trabajadores. Los valores son la columna vertebral de sus comportamientos.
Si los valores no tienen significados comunes para todos los empleados, el trabajo diario se hace más difícil y pesado. El ambiente laboral se vuelve tenso, la gente trabaja con la sensación de que no todos reman en la misma dirección y los clientes pagan las consecuencias. Como pilares de una empresa, los valores no sólo necesitan ser definidos. La empresa debe darles mantenimiento, promoverlos y divulgarlos constantemente. Sólo así sus trabajadores tendrán mejor oportunidad de comprender sus significados y ponerlos en práctica en sus labores diarias.
HONESTIDAD
La honestidad u honradez es el valor de decir la verdad, ser decente, recatado, razonable, justo u honrado. Desde un punto de vista filosófico es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo como se piensa y se siente. Se refiere a la cualidad con la cual se designa a aquella persona que se muestra, tanto en su obrar como en su manera de pensar, como justa, recta e íntegra. Quien obra con honradez se caracterizará por la rectitud de ánimo, integridad con la cual procede en todo en lo que actúa, respetando por sobre todas las cosas las normas que se consideran como correctas y adecuadas en la comunidad en la cual vive.
En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse
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