La injusticia Social y política
Enviado por iandenis • 10 de Diciembre de 2013 • Tesis • 1.957 Palabras (8 Páginas) • 280 Visitas
Trabajo Práctico
“El Coronel no tiene quién le escriba”
Gabriel García Márquez
Institución: Bachillerato Común Nº3
Asignatura: Lengua y Literatura II
Año: 2.013
Tema: “La injusticia Social y política”
Profesor: Fabián Bautista
Alumno: Ian Denis
Curso y división: 4to. Año “A”
1) Introducción:
a) Argumento:
“El Coronel no tiene quién le escriba”
Gabriel García Márquez
“El Coronel no tiene quién le escriba” es la primera obra literaria de importancia de Gabriel García Márquez, escrita en 1.961. Es un relato corto que narra la espera de una carta de jubilación y consecuente pensión de un coronel que dio su última batalla en la guerra civil colombiana. Desde entonces vive en un pueblo (cuyo nombre no se especifica), junto a su mujer, en completa pobreza.
Su única esperanza de cambio es la pensión que le adeuda el estado por haber servido al pueblo a través del ejército. Esperanza que sostiene tras 15 años de inútil espera, viernes tras viernes, a la llegada del correo. Mientras, subsiste vendiendo sus muebles, en continua discusión con su esposa asmática y con el recuerdo de su hijo asesinado en la gallera por pasar informaciones clandestinas y de quien hereda un gallo de pelea.
Si bien la espera de la carta es una constante indeclinable, el gallo llega a ser un nuevo depósito de esperanzas: conservarlo aun a costas del escaso a nulo alimento familiar para ganar con él en las riñas o venderlo.
El final de la obra no modifica el ambiente, la ilusión, la pobreza. Sólo sorprende el cambio de humor, el cambio de carácter del coronel con su esposa, a quien contesta con un exabrupto sus interminables quejas y reclamos.
B) Tema: La injusticia social y política.
Si bien el relato es simple y corto y en una rápida lectura pareciera limitarse a los conflictos de subsistencia de un hombre empobrecido y viejo, los símbolos que posee registran una serie de injusticias multidireccionadas desde todos los estratos sociales y políticos de un país desgarrado por ambiciones partidarias.
Es elegido este tema porque es una constante en América y en sus escritores. La injusticia social y política o la injusticia social por política es una realidad que merece combatirse no sólo con el voto a los dieciséis.
2) Desarrollo:
a) La injusticia social:
El coronel es militar. Trabajó en el ejército y peleó su última batalla en la guerra civil colombiana. Viejo ya y sin posibilidades de conseguir otro empleo, aguarda la carta de jubilado y la pensión que se le adeuda. Tiene un abogado que en 15 años de representarlo no aporta ninguna solución.
I- Los grandes olvidados: ex combatientes; principalmente por el o los gobiernos que les suceden inmediatamente. En nuestro país y otros, numerosos casos de suicidios por falta de atención psicológica. Incapacidad laboral por invalidez física o por inestabilidad emocional. Pobreza por una pensión exigua, si la tienen. Marginación o indiferencia social por su realidad. Todos en el pueblo conocían la situación del coronel, pero nadie ayudaba a cambiarla. Hasta el empleado del correo casi burlonamente le dice: “El Coronel no tiene quién le escriba”.
II- Los que pueden y éticamente deben ayudar: Los profesionales: en el caso del coronel, el abogado. Si bien es justo que todo profesional cobre sus honorarios, moralmente deben estar dispuestos con todos sus clientes, pacientes, empleados, etc., con igual compromiso. Sin embargo, no es difícil ver que el dinero compra tiempo y resultados favorables. A los de menos recursos, menos se les atiende. Son siempre los que más esperan.
III- Los que ya no sirven: Los ancianos o “viejos”: Tras una vida activa, de esfuerzo y dedicación al trabajo, hacia los 50 años hombres y mujeres deben retirarse y vivir de su jubilación. Jubilación que no alcanza a sostener los gastos que hijos y alimentos generan. Jubilación que necesitan por extenuación y que no quieren por no tener de qué vivir. A esa edad, ya nadie quiere emplearlos. A esa edad lo que reciben como devolución a sus esfuerzos lo llevan los medicamentos. Nadie quiere hacerse cargo de los “viejos”, ni los hijos. El Estado, menos. La obra social que le asignan generalmente no funciona o reconoce pocos remedios y les prohíbe otro nuevo trabajo.
IV- Las actividades prohibidas o clandestinas: Lógicamente existen en las clases altas económicas, no en vano mueven “millones”, pero se las relaciona principalmente a la clase baja y a los no alfabetizados (o sin profesión). El hijo del coronel, Agustín, participaba activamente en riñas de gallos, se supone que de ello ganaba su sustento y ayudaba a sus padres, quienes, después de su asesinato, caen en la pobreza total. Riñas de gallos, juegos de azar, contrabando, drogas, venta ilegal de armas, de medicamentos, de animales, etc. Actividades que reclutan “obreros” en la pobreza, en la desesperación, en la marginación, en la ambición desmedida. Obreros que están expuestos a los riesgos sin salvador y sin “vendetta”. Cosa que no ocurre con los “grandes”, muchas veces conocidos, pero casi nunca enfrentados.
V- La apariencia: El coronel y su esposa, presos en su sociedad y sumidos totalmente en la pobreza, venden sus pertenencias a escondidas, para que nadie lo sepa. Con vergüenza, para aparentar que viven “bien”. Estar a la moda, usar y devorar “marcas”, tener los últimos adelantos tecnológicos, salir de vacaciones al exterior, es sinónimo de felicidad y principalmente de “Belleza, Inteligencia y Popularidad”. Es el Documento de Inclusión Social. Quien no lo posee o es marginado o discriminado, aunque los adultos “hablen” de igualdad. El pobre, el verdaderamente pobre, tiene vergüenza y siente culpa por serlo, culpa por no poder brindar a los hijos las mismas oportunidades que tienen otros chicos, culpa por no conocer lo que los demás conocen. Es tan fuerte la presión social que muchos viven pobremente dentro de las paredes de sus casa, pero con una vestimenta distinta cada día fuera de ellas. Con autos nuevos, pero sin ningún libro. Las soluciones que da
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