La legalización de las drogas en México

La legalización de las drogas en México

La legalización de las drogas ha sido un tema muy controversial en nuestra sociedad, estas se han convertido en un problema social de mucha importancia debido a todas las repercusiones que trae a los diferentes sectores y ámbitos de nuestra sociedad.

Una droga se define como una sustancia vegetal, mineral o animal que tiene efecto estimulante, alucinógeno, narcótico o deprimente, que introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce una alteración del funcionamiento natural del sistema nervioso y susceptible de crear dependencia, psicológica o física.  De acuerdo a la secretaría de salud del gobierno de México el uso y abuso de sustancias adictivas  constituye un fenómeno que tiene consecuencias adversas en la salud, la integración familiar y en el desarrollo y estabilidad social.

La legislación para las drogas en México está establecida en la Ley General de Salud de 1984, junto con lo que en materia de drogas establece el Código Penal Federal luego de las reformas de 1994. Además, en 1996 se creó la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, que elevó exponencialmente las penas por cualquier delito que se considera cometido en asociación delictuosa e ilegal.

Las drogas están clasificadas en tres tipos diferentes, según la convención internacional de drogas; en primer lugar como drogas médicas reguladas; legales como el alcohol y el tabaco y drogas penalizadas. El consumo de estas últimas (como la cocaína, marihuana, entre otras) no es un delito en México, pero la posesión con fines de consumo sí está estandarizado como delito.

De acuerdo a Juan Carlos Hidalgo, analista de políticas públicas en América latina, la legalización de las drogas podría traer beneficios, tales como:

1. Poner fin al lucrativo negocio del narcotráfico y las alianzas con el poder político.
2. Regular su producción dentro de las regulaciones propias de un mercado legal.
3. El dinero destinado al  combate de las drogas, podrá ser utilizado para combatir los verdaderos problemas: violación, educación, pobreza, etc.
4. Se acabarán las intervenciones telefónicas, allanamientos, registro de expedientes, censura y control de armas son actos que atentan contra nuestra libertad y autonomía como individuos.
5. El número de víctimas inocentes producto del consumo y la venta de estupefacientes se verá reducido substancialmente, ya que muchas personas se ven debido a las “externalidades” de la guerra contra las drogas: violencia urbana, abusos policiales, confiscación de propiedades, allanamientos equivocados, entre muchos otros.
6. La legalización conducirá a que la sociedad aprenda a convivir con las drogas, tal y como lo ha hecho con sustancias como el alcohol y el tabaco. El proceso de aprendizaje social es sumamente valioso para poder disminuir e internalizar los efectos negativos que se derivan del consumo y abuso de ciertas sustancias.

Por otra parte existe una contraparte que se defiende así: dentro del contexto de delincuencia y criminalidad en México, la legalización de las drogas es la solución más rápida a este problema pero debemos recordar que México es principalmente país productor y exportador de estas sustancias, actividad dirigida  por diferentes grupos del crimen organizado, al ser su principal ingreso, pero no el único.

   Hablando sobre México, al acabar con esa fuente de ingresos, los criminales que se dedicaban a esto no se reincorporaran a la sociedad, por lo que recurrirán con más fuerza a actividades delictivas secundarias, como el secuestro, extorción, financiamiento político con remuneraciones; como licitaciones ilegales, etc. También se puede inferir y casi asegurar el acoso violento de estas bandas a los productores legalizados, protegiendo y monopolizando su producción.

La legalización no supondría la desaparición de los actuales capos productores. Como anteriormente se dijo, México es uno de los mayores productores y exportadores de drogas en el mundo, así lo revela el informe de la ONU (Reporte Mundial sobre Drogas 2014, ONU). Colocándolo en segundo lugar hablando de opio y de marihuana, solo por debajo de Afganistán. El problema de la legalización de la droga en el país, es que puede potencializar el consumo de estas, algo que era ya un problema en México pero que puede agravarse muy profundamente.

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